La moda volvió a brillar en Centro Santa Fe. Más que una exhibición de tendencias, la pasarela que ofreció este emblemático Centro Comercial fue un homenaje a las mujeres que inspiran día a día, con propuestas que apelan al buen gusto, la personalidad y la autenticidad.

Las luces se encendieron para dar paso a una jornada inolvidable. Marcas icónicas como Kalosoma cautivaron con piezas que rinden tributo a la elegancia contemporánea y a la riqueza de la artesanía mexicana.

Por su parte, Armani Exchange dejó huella con una propuesta fresca y audaz, inspirada en el ritmo de la ciudad, impregnada de arte y el pulso de la vida nocturna.

MAPPA se encargó de mostrar que el diseño también puede ser funcional, ofreciendo prendas versátiles para complementar cualquier outfit.

En el universo del calzado, Kurt Geiger brilló con una colección que derrochó lujo en cada paso, mientras que Aldo equilibró confort y estilo con propuestas para todos los gustos.

El caballero contemporáneo también tuvo su lugar en la pasarela. Robert’s demostró por qué sigue siendo un referente en la confección masculina, con trajes que combinan elegancia, modernidad y porte.

High Life, por su parte, apostó por un enfoque joven y fresco, ideal para quienes disfrutan de vestir bien sin sacrificar calidad ni tendencia.

La energía se elevó con Steve Madden, que presentó una colección vibrante, nostálgica y provocadora, inspirada en los noventa pero con la vista puesta en las pasarelas actuales.

Y como toda gran experiencia también entra por el paladar, los asistentes pudieron disfrutar de los bocadillos preparados por SSAM, que ofreció un bocado de sabor entre desfile y desfile.

Moda, sabor y celebración se unieron en una jornada que dejó claro por qué Centro Santa Fe sigue siendo un epicentro de estilo y experiencias memorables. Una pasarela que no solo celebró la moda, sino también a quienes la inspiran cada día: las mamás.