Aliados de la Cruz Roja Mexicana, del territorio municipal de Valle de Bravo, celebraron su segunda comida anual, la cual no sólo fue con el propósito de recaudar fondos, sino también representó un gesto de gratitud para todos los consejeros, voluntarios y miembros del Patronato que, con su entrega, sostienen la misión humanitaria de esta institución.
Es importante cooperar, porque, en Valle de Bravo, como en muchos otros lugares, los accidentes ocurren con frecuencia, y la Cruz Roja siempre está presente para prestar apoyo”.
“Somos conscientes de su gran esfuerzo, por ello, retribuimos a nuestros donantes brindándoles servicios de salud, bienestar y, en esta ocasión, un momento de gozo, a través de un cálido banquete”, contó Enrique González de la Campa, presidente de la Cruz Roja Mexicana en Valle de Bravo.
En tal sentido, cerca de 50 invitados tomaron su lugar en las mesas de un restaurante francés de la Ciudad, en el que probaron un menú elaborado por el chef Miguel Ángel Sosa y el sommelier Antonio Castellanos. Como primer tiempo, fue servido un salmón ahumado, seguido por un tradicional pollo Kiev; como plato fuerte, un filete con salsa bearnesa y verdura del campo y, de postre, un mousse de chocolate.
“Para mí, es un privilegio ofrecer esta reunión, a fin de seguir fortaleciendo nuestra misión y, del mismo modo, darnos la oportunidad de convivir y conocernos mejor entre quienes formamos parte de esta comunidad altruista”, expresó el anfitrión del evento, Luis Gálvez, consejero de la Cruz Roja Mexicana en la localidad de Avándaro.
Así, en este encuentro, los asistentes fortalecieron vínculos, compartieron inquietudes y reafirmaron el compromiso de brindar soporte médico a los más necesitados.
“Es una labor en la que los presentes estamos muy involucrados, porque falta mucho por hacer todavía”, comentó Sandra Hagsater, miembro del Consejo de la Cruz Roja Mexicana, “aunque, sin duda, nuestra mayor satisfacción llega cuando vemos las vidas que son salvadas gracias al esfuerzo constante de tantas personas”.
Somos la institución con mayor capacidad para brindar asistencia en la región vallesana, sin distinciones económicas, porque todos merecen ser ayudados”.
Al colaborar con una institución que da soporte a quienes más lo requieren, también contribuimos a reducir la desigualdad en el País”.
+ Las donaciones de la Segunda Comida Anual serán destinadas a fortalecer las actividades de la Cruz Roja Mexicana en Valle de Bravo, entre ellas, el programa Código Infarto, unidad especializada en eventos cardiovasculares.
