LOS OBSTÁCULOS

El INE inició con la organización de la elección con dos meses de retraso, luego de que opositores interpusieran 820 amparos, a quienes los jueces les dieron la razón para frenar la elección.
Fue hasta el 18 de noviembre que el Tribunal Electoral le dio luz verde.
A esto se sumó la falta de presupuesto, pues de los 13 mil millones solicitados, el Gobierno federal únicamente les aprobó 7 mil millones de pesos.
LO NUEVO Y CUESTIONADO

El ciudadano que decida acudir a las urnas se enfrentará a un galimatías. E incluso medios extranjeros le llaman “experimento kafkiano”.
En los procesos electorales anteriores, el elector votaba por máximo tres cargos –Presidencia, Senado y Diputados-, y tenía en lista siete candidatos por rubro.
Ahora, le entregarán seis boletas para elegir 39 cargos del Poder Judicial federal, con 192 candidatos, en promedio, porque dependerá de la entidad y distrito.
Esto sólo sucederá en 13 estados, pues en otros 19 le darán cuatro papeletas más con decenas de nombres para juzgadores estatales.
Antes, el ciudadano tachaba el nombre o partido, ahora deberá colocar en la parte superior de la boleta el número con el que aparece el candidato.
Habrá un color por cargo, y la mayor complicación será para elegir jueces y Magistrados de distritos, porque en la misma hoja se dividirán las especialidades por colores.
Por la complejidad, el INE “flexibilizó” la votación, por lo que el voto será válido si el número aparece fuera de los recuadros o lo escriben con letra.
Debido a que se instalará la mitad de casillas que en un proceso normal, 84 mil, el ciudadano caminará más. Por ejemplo, en una colonia se instalaban tres casillas, hoy sólo una.
El protocolo de votación también cambió: antes al ciudadano se le daba una boleta, la llenaba, la depositaba en la urna y regresaba a la mesa para entintarle el dedo y devolverle su credencial. Ahora éste último paso se hará con el primero.
Además, para darle celeridad, se colocarán de 8 a 15 mamparas, dependiendo de la cantidad de gente que haya en fila, y las boletas serán colocadas en la misma urna, no por separado.
Por primera vez, los ciudadanos no contarán los votos en el lugar donde se instaló la casilla, sino que se llevarán directamente a las 300 sedes distritales, donde funcionarios del INE lo harán. Esto porque el conteo llevará varios días y no podían retener al ciudadano en esa tarea.
Para ello se contrataron 22 mil 500 auxiliares, además de los consejeros y personal de las Juntas.
Así, lo único que aparecerá afuera de las casillas será un cartel que indique cuántos votos en total se recibieron, sin ganadores.
Para hacer frente a las críticas, se decidió trasmitir en vivo el conteo, por lo que habrá 300 ligas en YouTube, una por cada sede. Incluso, habrá una cámara por cada mesa de trabajo.
Debido a que las oficinas distritales son pequeñas, éstas acondicionarán estacionamientos, jardines e incluso, en 29 de ellas, las calles donde están ubicadas para colocar a los grupos de trabajo. Sólo en cuatro casos se buscaron sedes alternas.
No habrá sistema de resultados preliminares, como cotidianamente sucede, el conteo definitivo arrancará a las 20:00 horas del domingo.
Cada boleta se capturará dos veces, y, si coincide el resultado, se subirá a la página pública que podrá ser consultada en tiempo real.
Dependiendo de la participación, el conteo durará del 1 al 10 de junio.
“Preocupa la falta de certeza y la falta de información, va a generar mucha incertidumbre porque habrá muchos días en los que no vamos a tener resultados definitivos. A la gente le gusta irse a dormir sabiendo cuáles son los resultados, al menos con tendencias”, indicó el experto electoral, Arturo Espinosa.
Tradicionalmente, las boletas sobrantes se inutilizan, pero ahora, debido a que se calcula una baja participación, los ciudadanos a cargo de las casillas tardarían días en ese proceso, por lo que únicamente se les colocará cinta de seguridad y serán resguardadas en las Juntas Distritales.
CAMPAÑAS DE OCURRENCIAS

Los 3 mil 396 candidatos que llegan a la elección realizaron una campaña de 60 días, en los que la mayoría pasaron desapercibidos.
Quienes atrajeron la atención fueron los que se ridiculizaron, los personajes conocidos de la 4T, abogados cuestionados o acusados de tener lazos con el crimen organizado.
La propia reforma judicial limitó el proselitismo de los contendientes, pues se les impidió recibir dinero público o privado, contratar redes sociales, medios electrónicos, espectaculares o bardas. Sólo se les autorizó repartir volantes y gastar dinero de su bolsillo, con un tope máximo de 1.4 millones para candidatos a Ministros.
Esto, aunado a las restricciones del INE, motivaron que los aspirantes únicamente hicieran videos en sus redes, se reunieran con pequeños grupos. Aquellos con más presencia y arropo político, fueron respaldados por agrupaciones sindicales, universidades y organizaciones civiles.


LO SUCIO

Morena en el Congreso determinó que los partidos políticos no podían participar en el proceso.
Sin embargo, en los hechos, ese partido se metió de lleno: ordenó a sus estructuras partidistas y gubernamentales a movilizar a ciudadanos para alcanzar una votación del 18 al 20 por ciento. El objetivo mínimo es 10 por ciento de la Lista Nominal.
Sus huestes aplicaron la misma estrategia que en 2022 para elegir a sus 3 mil congresistas en el País: los acordeones.
En aquel momento, a los “acarreados” se les entregó un papel con el nombre de los dos candidatos a elegir.
Los propios morenistas lo denunciaron, sin consecuencias.
Ahora lo hicieron de manera abierta, sin pudor, y en físico, por fotografía o en aplicaciones diversas.
Conforme se acercaba la elección, se exhibieron las estrategias y presiones de ese partido para que la gente acudiera a las urnas. Además de sus bases, que están convencidas de que será un ejercicio democrático.
En el último mes, el País lució tapizado de bardas y carteles llamando al voto, casualmente con los colores guindas.
Más de 25 mil militantes buscaron meterse a la elección como observadores, sin lograrlo. Sin embargo, la cifra de vigilantes creció de 34 mil, en 2024, a más de 150 mil, por lo que expertos advierten que son los operadores de ese partido que vigilarán la movilización.
SEGURIDAD, A SEGUNDO PLANO

En la elección del 2024, el contexto de la elección fue la inseguridad, sin embargo, en este proceso ésta pasó a segundo plano.
En ese momento, 600 candidatos pidieron protección, ahora sólo 5.
El INE no logró instalar 480 casillas por problemas sociales, políticos o de inseguridad o por falta de integración de casillas, pero la mayoría se reubicó.
Hasta ayer, únicamente una decena de casillas estaban en riesgo de no instalarse.
CONFUSIÓN EN ESTADOS

En 19 entidades del País, la elección del Poder Judicial se torna aún más complicada.
Ahí, el ciudadano tendrá delante de él seis boletas para cargos federales, con un promedio de 39 cargos, y de cuatro a siete boletas para elegir entre 14 a 72 juzgadores locales.
El universo de opciones para elegir será de 192 a 504 candidatos.
A las prisas, Morena en los Congresos estatales también obligó a renovar a los juzgadores locales, de manera parcial o total, por lo que están en disputa mil 800 cargos, con un total de 4 mil 342 candidatos registrados.
Las 19 entidades son: Aguascalientes, Baja California, Chihuahua, Colima, Durango, Quintana Roo, San Luis Potosí, Tamaulipas, Ciudad de México, Coahuila, Estado de México, Michoacán, Sonora, Tabasco, Tlaxcala, Veracruz, Yucatán, Nayarit y Zacatecas.
Nuevo León y Jalisco, entidades gobernadas por Movimiento Ciudadano, acordaron no ir a elección local, por lo que, al igual que otras 11 entidades, votarán por 39 cargos federales.
Los casos son extremos. Por ejemplo, en Chihuahua, quienes viven en la capital, tendrán siete boletas para renovar 72 cargos del Poder Judicial estatal, con un total de 504 candidatos.
En ese mismo estado, en uno de los municipios más pequeños, El Tule, los ciudadanos tendrán cuatro boletas locales con 46 cargos y 185 candidatos.
En una elección local, en esa entidad, un ciudadano vota por tres cargos, entre siete candidatos cada uno.
En Yucatán será más fácil, pues únicamente estarán en disputa 14 cargos del Tribunal Superior de Justicia y del Tribunal de Disciplina, y aparecerán 46 candidatos. Todos los ciudadanos votarán por los mismos perfiles.
Aunque el premio a la simplicidad se lo llevará Durango, pues ahí la clase política pactó que para los 49 cargos en disputa, compitan candidatos únicos, por lo que el ciudadano no tendrá opciones.
En Quintana Roo y Coahuila, el acuerdo fue por planillas, por lo que el elector no podrá elegir de manera individual.
En la Ciudad de México, el Congreso decidió únicamente conformar el Tribunal de Disciplina y parte de los Magistrados y jueces. En total 137 cargos, con 607 candidatos.
En promedio, a nivel local, en cada Alcaldía se votará por 17 cargos, entre una lista de 82 candidatos.
Mientras que en el Estado de México se renovarán 91 cargos, pero al dividir la entidad en regiones, cada ciudadano recibirá cuatro boletas para elegir 22 posiciones, 137 candidatos.
Los institutos electorales de estos estados llegaron a estos comicios en aprietos, pues a la mayoría no les otorgaron los recursos necesarios, así que tuvieron que sacrificar áreas o actividades y endeudarse para sacar adelante el proceso.
La situación más crítica la viven Nayarit, Zacatecas y San Luis Potosí, todos gobernados por la 4T.