Ahorrar es crucial, pero no hay una solución universal. Existen diversas técnicas para guardar dinero, adaptándose a distintas realidades financieras.

El Reto de las Pequeñas Victorias te anima a empezar ahorrando sumas mínimas de dinero, incluso si es solo el cambio suelto o lo que te ahorras al preparar café en casa en lugar de comprarlo. La idea es que estas pequeñas cantidades, aunque parezcan insignificantes al principio, se acumulan con el tiempo y te ayudan a construir el hábito de ahorrar sin sentir una gran presión en tu presupuesto diario.

Con Presupuesto Base Cero cada mes empiezas “desde cero”. Esto significa que asignas un propósito específico a cada peso de tus ingresos. No es solo un registro de gastos; es una planificación intencional donde cada dólar tiene una “tarea” definida, ya sea para un gasto, una deuda o, por supuesto, para el ahorro. Si te sobra dinero en una categoría, lo reasignas a otra, buscando que la suma de tus gastos y tu ahorro sea igual a tus ingresos.


El Método del Sobre es ideal para quienes prefieren el control visual y el efectivo. Consiste en retirar tu dinero en efectivo y dividirlo en sobres separados para diferentes categorías de gasto, como comida, transporte o entretenimiento. Una vez que el dinero de un sobre se termina, no puedes gastar más en esa categoría hasta el siguiente período. Esto te ayuda a limitar el gasto impulsivo y a ser muy consciente de cuánto dinero te queda para cada cosa.

Ahorrar por Objetivos Específicos se enfoca en que ahorres para metas claras y definidas. Primero decides qué quieres lograr (por ejemplo, un viaje, el enganche de una casa o un fondo de emergencia). Luego, calculas cuánto dinero necesitas y en cuánto tiempo quieres alcanzarlo, lo que te da una cantidad mensual o semanal a ahorrar. Tener un objetivo concreto te mantiene motivado y te permite ver tu progreso.

La más común es la regla del 50/30/20 pero en esta ocasión modificada esta es una guía flexible para distribuir tus ingresos. Propone destinar aproximadamente el 50 por ciento a tus necesidades (gastos esenciales como vivienda, comida básica), hasta el 30 por cientio a tus deseos (entretenimiento, salir, pasatiempos) y al menos el 20 por ciento al ahorro y pago de deudas adicionales. Es “modificada” porque te permite ajustar esos porcentajes según tu situación real, priorizando siempre el ahorro y el pago de deudas, pero adaptándose si tus necesidades son mayores.

Por su parte, Rafael Salvador Espinoza Ramírez, jefe del Departamento de Métodos Cuantitativos de la Universidad de Guadalajara, enfatiza que la tradicional regla del 50/30/20 la mayoría de las veces no se puede cumplir estrictamente. Para él, la clave está en priorizar los costos básicos y luego ser creativos con los gastos personales.

 

“Observar cuál es qué es la parte importante del entretenimiento y hacerlo de una manera distinta y lo demás ahorrarlo. De hecho, es decir, del único lugar donde puede hacer ahorro es justamente de lo que uno pueda liberarse de los gastos personales de diversiones”, explica el Espinoza. 



Esto significa buscar opciones más económicas para el entretenimiento, como aprovechar actividades gratuitas como el cine al aire libre que ofrece el ayuntamiento de Zapopan, la meta es disfrutar de manera diferente y destinar el dinero ahorrado a un fin mayor.

El experto también advierte sobre un error común: guardar el dinero en casa o en una cuenta de banco sin rendimiento pues señala que la inflación se lo va a tragar, Para que el dinero no pierda valor, es fundamental invertirlo. La opción que el. Salvador Ramirez recomienda por ser accesible y segura es CETES Directo. 

 

Para las nuevas generaciones, el ahorro se vuelve una prioridad ineludible Ramirez recalca que no va a haber nada después en cuanto a sistemas de pensiones, por lo que es vital pensar en su futuro.

Él observa que muchos jóvenes priorizan comprar un auto antes que un patrimonio como una casa, lo cual considera un error. 

“Lo primero es que tienen que generar un patrimonio, una seguridad. Eso es… siempre ha sido la regla”, afirma.

 

Para quienes buscan una guía, el Banco de México (Banxico) ofrece en su página web textos y  documentos electrónicos de las mejores formas de ahorrar. 

Además, Espinoza sugiere libros como “Ten peor coche que tu vecino”, que promueve gastar menos en bienes lujosos, y “Padre Rico, Padre Pobre”, que aborda la motivación para ahorrar.

 

El ahorro es una disciplina que va más allá de las fórmulas fijas. Requiere identificar qué es realmente una necesidad, ser ingenioso con los gastos personales, y no solo guardar el dinero, sino ponerlo a trabajar para asegurar un futuro financiero.