Tributo a Eneko Belausteguigoitia

La labor social y económica de Eneko Belausteguigoitia Arocena perdura en la memoria de sus seres más cercanos y la sociedad lagunera, luego de su lamentable fallecimiento a los 91 años.

Hijo de Francisco Belausteguigoitia Landaluce y Elvira Arocena, nació en Torreón el 7 de diciembre de 1933 y fue el hermano de Maite, Iker, Agurtze, Amaya, Bibiñe, Ibone y Osane, quienes ya fallecieron todos.

Su bisabuelo fue Rafael de Arocena y Arbide, un inmigrante vasco de la región de la Comarca como empresario algodonero, y su abuela, Zenaida Arocena, quienes le inculcaron la pasión por el arte y la historia, pues inició la tradición de recolectar obras de México y Europa.

De este modo, Eneko Belausteguigoitia Arocena mantuvo el gusto por lo negocios y lo creativo, por lo que se graduó en la carrera de Ingeniería y heredó los negocios familiares, que incluían el cultivo de algodón y caña, así como el sector bursátil e inmobiliario.

Gracias a su legado, creó a finales de los 90 la Fundación E. Arocena, A.C., a la cual donó una colección de más de 2 mil piezas y, en 2006, inauguró el Museo Arocena, un espacio para la contemplación, participación, diálogo y construcción colectiva de conocimiento.

En marzo de 2003, John Nafria, Roberto Beltrán, Uwe Smid, Rodrigo Cervelló, Pablo Solórzano, Hugo Escudé, Martha Eguibar, Nelson Ocampo, Eneko Belausteguigoitia, Chema Moreno y Luis Cervelló, con la tripulación del ‘Kayue’, embarcación de la que él fue capitán en la Copa Agua Brava.

Formó parte de la generación fundadora del IPADE Business School, institución de alta dirección empresarial instaurada en 1967 en la Ciudad de México, al lado de Carlos Llano Cifuentes, Manuel Senderos Irigoyen, Gastón Azcárraga Tamayo, así como Fernando Casas, José María Basagoiti, entre otros.

En los primeros años de dicho organismo académico, Eneko Belausteguigoitia Arocena impartió clases en el área de Política de Empresa y egresó de la primera generación del programa AD-2.

Con Manuel Senderos tuvo una amistad y sociedad entrañable, pues disfrutaban practicar vela juntos e ir a esquiar a Estados Unidos.

Además, durante las juntas del IPADE, convivió y fortaleció su camaradería con Carlos Llano.

En mayo de 2003, Ricardo Brockmann le dio un reconocimiento por su participación en el Acapulco Boat Show.

Asimismo, Eneko Belausteguigoitia Arocena concibió un gran vínculo con Carlos Cavallé, director general emérito del IESE Business School de la Universidad de Navarra, a quien veía con frecuencia para celebrar su cumpleaños, además de que le tenía respeto y admiración por su trayectoria.

Fue presidente y consejero del Patronato del Colegio de las Vizcaínas, de Polycrom Negocios, de 2009 a 2014, y de Kayue desde 2009, así como consejero delegado en Organización y Programación de Inversiones.

Colaboró con el Padre Pedro Casciaro en la restauración de la ex Hacienda de Clavería, y apoyó diversas causas en pro de la enseñanza de personas con recursos limitados, entre ellas el Colegio Montefalco.

A su vez, fue aficionado y promotor del velerismo en el País, acudiendo a la Copa Agua Brava en Acapulco, entre otras competencias.

Además, don Eneko recibió en 2023 un reconocimiento especial en la entrega de las preseas de Ciudadanía Distinguida en la zona de la Laguna, dejando claro que su huella por la comunidad fue más allá del ámbito financiero, siendo un personaje que potenció la educación y la oferta cultural de la ciudad. Descanse en paz.

En octubre de 2018, con José Pinto en el aniversaio 50 del Centro de Formación y Perfeccionamiento Directivo (ICAMI).