1. Es una fruta rica en azúcares naturales, fuente de energía de fácil utilización. Esta energía es esencial para rendir en tu rutina física y mental. 

2. Es una alta fuente de fibra, aproximadamente aporta 1,6 gramos por porción. Este grupo de sustancias ayuda a tener mejor digestión, combatir el tránsito intestinal lento y previene la absorción del colesterol. También es útil para controlar el impacto glicémico del azúcar de la fruta 

3. Contiene potasio, un electrolito esencial que ayuda a la contracción y relajación de los músculos. Previene calambres y contribuye a la correcta hidratación y recuperación de los líquidos perdidos durante el ejercicio. Este mineral también previene y controla los cólicos premenstruales y la retención de líquidos asociada con los cambios hormonales. 

4. Gracias a su contenido de vitamina C, es un poderoso antioxidante que ayuda a prevenir y resolver enfermedades respiratorias. También previene el envejecimiento prematuro de las células, generado por estrés oxidativo. Esta vitamina también ayuda a la cicatrización y reparación del colágeno. 

5. Otro poderoso antioxidante que contiene esta fruta, es la vitamina A, que ayuda a mantener flexible, hidratada y sana la piel y las mucosas protectoras que protegen nuestros tejidos blandos como ojos, oídos y cabello. Cada pieza de mango, aporta más del 8 por ciento de la recomendación diaria de vitamina A. 

6. Las principales variedades de mango producidas en México son Ataulfo, Manila y Tommy Atkins, seguidas de Haden, Kent y Keitt

7. Para seleccionar un mango en su punto de maduración, presiona suavemente y deberá sentirse suave al tacto. Para agilizar su maduración, coloca los mangos en una bolsa de papel a temperatura ambiente. Una vez maduros, puedes conservarlos durante varios días en el refrigerador, el frío frenará la maduración. 

Texto: Fernanda Gutiérrez. Fuente: Revista Mangos Mexicanos, SAGARPA