Luis Manuel Ruiz

Aún en la ausencia de Adela Douaihy y su esposo, Fuad Frangie, sus recetas y costumbres en torno a la gastronomía libanesa perduran vívidamente en las manos y corazón de sus descendientes, especialmente, su bisnieto, Luis Manuel Ruiz.

Y es que tanto la manera en la que el matrimonio, proveniente del Líbano, preparaba los platillos tradicionales de su pueblo de origen, Ehden, como el cuidado al presentarlos en la mesa, han sido replicados de forma fiel por las tres generaciones siguientes de su familia.

“Es una herencia que surgió de manera totalmente natural, pues mis abuelos, mamá, tíos y yo nacimos dentro del local que mis parientes fundaron para alimentar a otros inmigrantes cuando llegaban al País”, comentó Luis Manuel Ruiz, actual dueño y chef ejecutivo del restaurante libanés más antiguo de la Ciudad de México.

“Por ello, a cada integrante de mi árbol genealógico nos enseñaron que en el acto de servir está la alegría”.

Al crecer entre aromas de especias, sonidos de cazuelas burbujeantes y el vapor de los hornos, Luis Manuel Ruiz aprendió, desde muy chico, acerca de la historia y elaboración detrás de los manjares más emblemáticos de “la Tierra del Cedro”, tales como el tabulé, jocoque, kepe crudo o los rollitos de hojas de parra armados a mano.

En cada acción dentro y fuera de la cocina, me esfuerzo por conservar, de la mejor manera posible, las costumbres que me heredaron desde el Líbano”.

Luis Manuel Ruiz

De ahí que, a pesar del transcurso del tiempo, la sazón de doña Adelita, como cariñosamente llamaban a su bisabuela, ha sido inmortalizada por él y sus familiares, en gran medida, gracias al uso de las mismas recetas e ingredientes que dieron vida a sus especialidades, desde 1930.

Asimismo, la frescura de los alimentos es un factor que siempre prioriza en su hogar, debido a su compromiso por ofrecer la mejor experiencia a quienes prueban sus creaciones.

“Todo lo que cocino lo hago con producto natural y de gran calidad. En el establecimiento, por ejemplo, tengo proveedores con más de tres décadas de relación y el más lejano está a sólo un kilómetro de distancia de nosotros, así que la mayoría de la materia prima me llega al día”, explicó Luis Manuel Ruiz, empresario de 35 años de edad.

Aunque su quehacer culinario honra profundamente las raíces de sus ancestros, Luis Manuel Ruiz considera que su verdadero legado va más allá de los gastronomía libanesa, pues ha trasladado aquellas enseñanzas a su cotidianidad.

“Lo más importante es cómo aplicamos lo aprendido a diversos aspectos de nuestra vida, en este caso, entender que el trabajo es la base, ser limpios y ordenados en cualquier lado, hacer las cosas bien, pero, sobre todo, con amor”, expresó Luis Manuel Ruiz.

EL ABC DE LA GASTRONOMÍA LIBANESA

Para quienes quieren conocer los sabores del Medio Oriente, estos son cinco platillos típicos que Luis Manuel Ruiz aconseja probar, si es su primera vez.

 

Tabulé: Ensalada de trigo bulgur, perejil picado, jitomate, hierbabuena y cebolla. Es una guarnición para platillos más robustos.
Hojas de parra y tacos de col: Rollitos rellenos de arroz sazonado con especias y carne molida. Son hervidas y destacan por su textura suave.
Hummus: Crema tradicional de garbanzos cocidos, tahini (pasta de ajonjolí), aceite de oliva, jugo de limón y ajo.
Kepe crudo: Plato preparado con carne de res o cordero, mezclada con trigo bulgur y especias. Es servido como una especie de tartar y lo acompañan con aceite de oliva, cebolla y hierbabuena.
Jocoque seco: Lácteo de textura espesa y cremosa, elaborado a partir de yogur fermentado y escurrido. Su sabor, ligeramente ácido, lo convierte en un acompañamiento clásico para el pan árabe o como base para otros alimentos.
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EL ABC DE LA GASTRONOMÍA LIBANESA

Luis Manuel Ruiz

Uno de los elementos más emblemáticos dentro de las herencias gastronómicas que el Medio Oriente ha dejado en el País es el asador vertical, el cual es utilizado para cocer el tradicional shawarma. A partir de esta influencia, el chef Luis Manuel Ruiz comparte su propuesta para tropicalizar el platillo y darle un giro único.

  • Sustituir las carnes con las que suele prepararse, como el cordero, ternera, pollo o pavo por una cochinita pibil de Yucatán.
  • Agregar a los guisos algunos picantes, hierbas o verduras que consumen en México, por ejemplo, una salsa de habanero, cebollas moradas encurtidas, chiles toreados o un toque fresco de cilantro, a fin de crear una mezcla de sabores de ambas culturas.