
Para Karla Meljem, el verano de 2019 marcó un antes y un después en su vocación, pues sus vacaciones a Italia, junto a su familia, le dieron la inquietud de conocer más acerca del mundo del vino y convertirlo en su camino.
Como buena foodie, fue la designada por su papá, Ricardo Meljem, para encontrar los mejores restaurantes para visitar, mientras que él se encargó del maridaje.
“Siempre le gustó el tema del vino, pero siento que no tenía a alguien de nosotros que le hiciera mancuerna y ese paseo fue increíble, porque, aunque ya conocíamos el lugar, lo vivimos de forma muy diferente”, dijo Karla Meljem.
“Fuimos a la Toscana y nos dedicamos a comer y beber delicioso. Me acuerdo que en Venencia, región donde se realiza el vino Amarone Della Valpolicella, pensé: ‘¡wow! ¿cómo preparas algo que sepa así?’ Me volví loca y, al regresar, quedé con la cosquilla de estudiar sobre ese tema, sin embargo, ya había llevado algunas materias, como Enología”.
En ese entonces, Karla Meljem cursaba la licenciatura en Administración de Restaurantes y, como tiempo a atrás, junto a María Paola Núñez “Mandoka”, tenía una cuenta de Instagram en la que recomendaban spots para comer, creó otra para hablar sobre vino, pero totalmente enfocada en gente joven.

Comenzó ese proyecto como hobby y, al poco tiempo, creció, incluso, la empezaron a buscar importadoras nacionales, hasta que recibió un comentario de la sommelier Laura Santander para corregirle un término.
“Me di cuenta de que ya no daba opiniones de sitios y debía saber de lo que hablaba, pues es un tópico con mucha más profundidad, así que le envié un mensaje a Laura para preguntarle con quién podía estudiar y respondió que con Jesús Diez, un mexicano súper ‘crack’”, mencionó Karla Meljem, egresada del CESSA.
Era temporada de pandemia y ella cursaba sus materias online, desde Acapulco, donde se aisló, y, en 2021, tomó la sugerencia del curso, el cual terminó en un año.
Gracias a esa preparación, entró a trabajar a un grupo restaurantero, pero se dio cuenta de que no era lo que quería, por lo cual continuó con su formación en vino.
“En esta industria hay dos certificaciones que son muy reconocidas a nivel global: Wine & Spirit Education Trust y The Court of Master Sommeliers, la segunda se enfoca más en el servicio y, la verdad, a mí no me encanta trabajar en sala, por lo tanto, tomé la primera”, explicó Karla Meljem, sommelier de 28 años.
Hizo todos los niveles y estaba en Diploma, el cual es el mayor grado, con sólo 12 mil personas a nivel mundial, pero lo dejó en pausa para descubrir el mundo.
Lo más increíble que me ha dado el vino es conocer a gente de todo el mundo; sino fuera por éste, no hubiera descubierto a personas que hoy son importantes en mi vida”.
KARLA MELJEM
LA MAYOR AVENTURA

Karla Meljem encontró la maestría Masters of Science in Wine Management, de la Organización Internacional de la Viña y el Vino, la cual consta de un año, en el que los alumnos viajan a 27 países para conocer a profesionales de ese sector.
“Comenzamos en Francia, de ahí fuimos a Suiza, Bélgica, España, Portugal, Argentina, Chile, Bolivia, Uruguay, Brasil, Alemania, Grecia, Bulgaria, UK, Dinamarca, Italia, Georgia, China, Korea, luego, iremos a Japón, Austria, Hungría, Estados Unidos, México, Canadá y acabaré en Nueva York”, agregó Karla Meljem.
Actualmente, le quedan dos meses de travesías y, después, contará con un semestre para trabajar en un proyecto profesional y hacer su tesis.
Esta oportunidad no sólo le permitió conocer destinos que la enamoraron, sino también personas que ahora tienen un espacio especial en su vida y, a la par, le abrieron un panorama de lo que quiere llevar a cabo en el conocimiento que adquirió.
“Los seis meses que tengo para el proyecto me quiero quedar en Europa, estoy pensando en Madrid o París, porque siempre me ha gustado el enoturismo y experiencias, así que podría organizar algo de eso, lo cual ya había hecho antes y explorar la parte de viajes”, relató Karla Meljem.
Asimismo, planea crecer su perfil en Instagram para aprovechar lo aprendido y crear contenido más útil, con un tono educativo, sobre todo para las generaciones recientes, pues asegura que es importante que ellas vuelvan a interesarse por el vino.
“La gran cuestión es ¿cómo captar su atención y aterrizarlo de una manera fácil?, por ejemplo, si quieren una cerveza y la piden en un restaurante, por lo general, sólo les preguntan si la prefieren clara u oscura”, añadió Karla Meljem.
“Para el vino, deben elegir entre blanco, tinto, espumoso, rosado o naranja; luego, la región o varietal y a los jóvenes les da flojera, además de que se sienten juzgados por no saber. A mí, me gustaría ser un referente para ellos”.
El vino es compartir, sentarte alrededor de la mesa, en la calle, un parque o donde sea y disfrutar de una botella mientras conectas con la gente”.
KARLA MELJEM
PAÍSES QUE ROBARON SU CORAZÓN

- Italia es su lugar favorito porque ahí todo trata sobre gastronomía y romance,por ejemplo, pasear por la Toscana y ver paisajes espectaculares.
- En Mendoza, nació su idea de viajar y explorar, pues Wine of Argentina es una asociación que se dedica a hacer la comunicación del vino local en el mundo y la invitó a conocer bodegas y viñedos del destino.
- España la marcó por un viaje con su amiga, Olga Alicia, visitaron a un productor y tuvieron una degustación increíble, incluso, recuerda que debían salir a las 16:00 horas para llegar a Madrid y salieron hasta las 20:00, de lo bien que la pasaron.
- Suiza es el mejor destino para las vistas, la gente no sabe que ahí hacen vino, pero es muy bueno y tiene los mejores atardeceres.
- En Georgia ha vivido sobremesas épicas, pues la gente de ahí tiende a ser gran anfitriona. Ahí se dan los originales vinos naranjas, los cuales se realizan en ánforas y abajo de la tierra.
- Todo foodie o amante de esta bebida, debe vivir alguna época en Copenhague o Londres.
FUN FACT

Para Karla Meljem, no existe un vino favorito, pero sí tiene algunos ‘crushes’ y los más recientes son de regiones como Barollo y Barbaresco, en Italia.
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