Sergio
Ramos

Acerté en la decisión de venir

México, Monterrey, Rayados, tres palabras que definen mi presente y que hace unos meses no aparecían en mi futuro.

Pero, así surgen las oportunidades, de repente, y ésta, la de venir a este País, a esta Ciudad y a este Club, surgió como un vendaval a principios de año y de inmediato lo tuve muy claro: “Nos vamos”.

No podría valorar qué ha significado para ellos mi llegada, pero sí puedo valorar lo que ha significado para mí aterrizar aquí.

Llegué el 8 de febrero de este año con una enorme ilusión y muchas expectativas y al día de hoy puedo decir que acerté en la decisión de venir. Desde las pláticas iniciales, al recibimiento multitudinario en el “Gigante de Acero”, pasando por el calor de la gente, En la Vida y En la Cancha, y la ambición deportiva, todo es según lo imaginé.

Es verdad que deportivamente tenemos que aspirar a mucho más, pero tenemos las herramientas, la voluntad y todos los días ponemos el trabajo necesario para que así sea.

Aunque es poco tiempo y deseo que sea mucho más el que podamos disfrutar juntos, siento un enorme orgullo por pertenecer a esta institución.

Rayados es un club respetado en todo el mundo, con una afición que alienta desde el corazón y un equipo que cuenta con la admiración de muchos, incluidos colegas de profesión que me preguntan con interés cómo es la vida deportiva y social aquí.

Vine a Monterrey de la mano de mi familia y al día de hoy ya sé que, cuando me vaya, en mi otra mano tendré a la afición rayada.

Gracias por compartir vuestra pasión y por hacerme sentir uno más de la familia del Club de Futbol Monterrey.

¡Arriba el Monterrey y feliz 80 aniversario!

Rogelio
Funes Mori

Siempre soñé con ser goleador

Ser el máximo goleador de Rayados es un honor para mí, una felicidad enorme porque siempre soñé con ser goleador en un Club importante y desde el primer momento que llegué a Monterrey me recibieron muy bien todos.

Tuve la fortuna de anotar bellos goles, pero el más importante, con el que me quedo, es el de la Final contra América, en nuestra cancha, la chilena.

Fue un gol soñado, espectacular, porque fue en una Final y obviamente fue un gol muy importante para poder sacar un resultado y después ganarle al América y ser campeones.

Claro que hacer mi gol número 100 en el Mundial de Clubes contra Liverpool también fue de ensueño, el resultado no fue el que esperábamos, pero hicimos un gran partido y dejamos en alto al Monterrey.

Rayados me marcó mucho “En mi Vida y En la Cancha”; tengo a mi niño que es regiomontano y sé que voy a estar ligado siempre al Club y a la Ciudad, porque siempre nos trataron bien y es mi casa y seguramente voy a volver a vivir a Monterrey.

La verdad, ser parte de la historia de Rayados es un logro muy importante en mi carrera y es un honor para mí y para mi familia poder estar en la historia tan importante que tiene el Club de Futbol Monterrey en sus 80 años, así que le quiero mandar saludos a toda la afición y que nunca olviden que Rayados es un Club muy importante En la Vida y En la Cancha.

Muchas gracias, Rayados, y siempre en mi corazón.

Humberto
Suazo

En mi vida, Rayados es todo

La verdad que nunca me he sentido el mejor jugador en la historia de Rayados y nunca me sentiré superior a nadie.

Creo que lo que pasó (la época dorada), los buenos torneos, fueron el reflejo de un gran plantel que luchó siempre por los objetivos y yo pude estar a la altura de lo que el equipo me pedía.

Siempre estaré agradecido con la afición por todo el cariño y el apoyo que me brindaron y, sin duda, la clave para lograr esos 5 títulos y se diera esa época dorada fue que éramos una familia y todos luchamos por el mismo objetivo.

No fue fácil lo que logramos. A nivel personal tuve un inicio complicado, pero con la ayuda de la familia salimos adelante y siempre pensé que en ese momento el Club había confiado en mí y había invertido mucho dinero y ésa fue mi mayor motivación para sacar mi máximo potencial.

Tuve grandes momentos en el Monterrey, pero, sin duda, la voltereta ante Cruz Azul en el Tec (en la Final de diciembre del 2009) y la Final contra Santos en la Concacaf (del 2013, también en el Tec) fueron extraordianarios y, obviamente, todos los títulos conseguidos.

Para mí es un orgullo tremendo que el número 26 esté retirado de Rayados y eso refleja que di todo lo que tenía para ayudar al Club Monterrey a obtener campeonatos.

En mi vida, Rayados es todo, me dio gran parte de lo que tengo y siempre estaré agradecido de la gran institución a la que he pertenecido y que hoy cumple 80 años.

¡Felicidades!

Jonathan
Orozco

Defendí a muerte estos colores

Jugar con el equipo de mis amores, con el que crecí, con el que pasé todos los filtros en Fuerzas Básicas y después llegar a ser campeón en Primera División y marcar cierta época ha sido lo más bonito y lo más hermoso que me ha pasado.

Para mí ser Rayado representó todo y me siento muy halagado porque me mencionen como el mejor portero de la institución, no lo creo así, yo creo que ha habido grandes arqueros en la institución, pero agradezco mucho a la gente. Como dicen: “en gustos se rompen géneros”.

A mí me tocó vivir la época dorada y la clave para que se diera fue esa columna vertebral que había entre directiva, cuerpo técnico, jugadores y la afición. Fuimos una gran familia.

Todo se dio, todos nos unimos bajo la misma idea que era cada año tener un título de algo y lo logramos en el 2009, 2010, 2011, 2012 y 2013.

Hoy en día Monterrey es visto como uno de los equipos grandes, grande en todos los sentidos, grande en infraestructura, grande en su gente, en su estadio, en lo que le invierten, en lo que tiene, creo que muchos jugadores, por no decir que todos, quieren llegar a un Club como el Monterrey.

A pesar de que las estrellas aún no nos puedan corresponder esa grandeza que a veces se mide de esa manera, creo que en todo lo demás es una infraestructura impresionante.

Hoy se cumplen 80 años y a mí me marcó ser canterano y salir desde abajo, vivir todos los procesos. Defendimos a muerte estos colores y como lo dice nuestro himno siempre traté de defender la divisa y creo que la gente lo notó, a tal grado de que hoy en día sigo siendo el Spider-Jona.

Ignacio 'El Gallo'
Jáuregui

Me pidieron un equipo goleador

Yo viví con Rayados la época de los 60 como jugador y los 70 como entrenador.

Conmigo llegaron grandes jugadores como Claudio Lostaunau, Gustavo “Gato” Cuenca, Raúl Chávez, Ángel Lama y Humaitá, entre otros. Todos esos jugadores teníamos que ganarnos la confianza del público y hacer que el Monterrey jugara para competir por los primeros lugares para llenar el estadio.

Recuerdo que Roberto Scarone era el técnico, pero abandonó el Club y a mí me lo ofrecieron, entonces yo agarro la posición de jugador-entrenador renunciando al Mundial de México 70.

En 1971, si mal no recuerdo, llega Alberto Santos como presidente y con él llegó el boom. El licenciado me dijo: “necesito un equipo goleador, lo que yo quiero es que la gente que está yendo al estadio vea goles, que vea goles y vea goles, entonces necesito que tú me hagas un favor y me traigas jugadores que hagan goles”.

Por eso fui a la casa de (Francisco) Bertocchi, a la de Milton Carlos, a la de (Rubén Romeo) Corbo, a la de Milo (Cruz), a la de (Paco) Solís y a la de (Eduardo) Moses. Luego fui a la casa de Pedro Damián y a la de Luis (“Huesos”) Montoya.

Ahí el Monterrey no ganó títulos, a pesar de que llegamos a tres Liguillas, pero en una temporada metimos 72 goles (1974-75) y ya era un equipo grande que ganaba de local y visitante.

También me tocó el cambio al Estadio Universitario y me acuerdo bien que en el primer partido jugado contra los verdes del Laguna asistieron 44 mil aficionados.

Voy a cumplir 88 años y les digo algo: “no me equivoqué en venir a Monterrey, no me equivoqué”.

Milton
Carlos

Jugábamos muy bien al futbol

Hoy que Rayados cumple 80 años es grato recordar mi época en Monterrey y me acuerdo que muchos niños que nacieron en ese periodo de mi permanencia ahí, durante cinco temporadas, se llamaban Milton Carlos, eso es un honor.

Recuerdo que cuando llegué, en la Temporada 73-74, ya estaba Nilo Acuña, con toda su capacidad de jugar abierto por las bandas y mandaba centros muy buenos.

También tuve de compañeros a Bertocchi, quien era medio con fuerza y al mismo tiempo técnica; posteriormente vino (Rubén Romeo) Corbo y había otros jugadores como (Luis “Huesos”) Montoya y (Pedro) Damián, estoy hablando más de los atacantes, que eran muy buenos.

Pero había mucha seguridad en la defensiva: (Magdaleno) Cano era un excelente lateral, había defensas como Vicente Álvarez, como (Gustavo “Halcón”) Peña; Juanito (González) en la media cancha, sin duda, era un jugador que marcaba y tenía un buen pase como deben ser con los jugadores de media cancha.

Teníamos un gran equipo que además hubo una identificación muy grande de nosotros y el entrenador Ignacio Jáuregui. Jugábamos muy bien al futbol.

Es cierto que fui el goleador del equipo con 22 goles en una temporada, pero nadie consigue un suceso o una conquista solo, siempre habrá un trabajo de equipo y así fue en mi torneo goleador en la Temporada 73-74, que fue mi primer torneo como Rayado.

Para mí es un honor ser muy recordado, saber que estoy vivo en la memoria de todos los aficionados y haber pertenecido al Monterrey.

Felicidades y abrazo en estos 80 años.

Francisco Javier
'Abuelo' Cruz

Fue mágico lo que viví

El ser parte del primer equipo campeón de Rayados fue uno de los momentos más importantes de nuestra carrera porque muchos veníamos de Fuerzas Básicas y realizamos un trabajo muy satisfactorio con el entrenador, nuestro mentor, Francisco Avilán.

El haber conectado con la gente fue algo maravilloso y tuve la fortuna de conseguir el campeonato de goleo.

Fue mágico lo que viví porque de ahí tuve la oportunidad de ir a la Selección Mexicana.

Fue un doble privilegio el quedar campeón y ser campeón de goleo en México 86, sin duda alguna, una bendición de parte de Dios.

Creo que la principal virtud y características que teníamos era que nadie era figura, todos corríamos y jugábamos todos a lo mismo.

El futbol ha sido mi vida, fue una forma de crecer; disciplina, fue una época donde tuvimos que picar piedra para lograr lo que hoy es el Monterrey.

En mi época había situaciones difíciles donde no teníamos los uniformes de entrenamiento, había que lavarlos nosotros, en esa época no éramos tan “fifís” como son ahora, pero finalmente sembramos y ahora es tiempo de cosechar.

Veo al Monterrey de hoy como una institución con el deseo de agradar y crear una sociedad con cosas buenas, como dice su slogan: En la Vida y En la Cancha.

Felicito a mis amigos del Club de Futbol Monterrey por estos largos 80 años, que sean muchos más y que sigan los éxitos.

Rubén
Ruiz Díaz

Una experiencia increíble

El salir campeón es único y me tocó estar en el primer título internacional del Monterrey, la Recopa. Ahí jugué con Luis Hernández, “Tato” Noriega, Luis Miguel Salvador y “Careca”.

Fue una experiencia increíble el haber conseguido el campeonato, eso es imborrable y va a ser uno de los mejores recuerdos que tendré en mi vida porque lo llevo guardado en el fondo de mi corazón.

Otra de las cosas que no olvido fue la paternidad que teníamos sobre el eterno rival en los Clásicos Regios.

Esos partidos se vivían de una manera única. La gente es muy pasional de los dos lados y nos tocó una época brillante, prácticamente ocho años sin derrota, incluido un descenso, que para la afición de Tigres es uno de los momentos más tristes de su historia.

Para mí fue un verdadero honor, una verdadera satisfacción jugar con el Monterrey, llegar a esa Ciudad maravillosa, con esa afición única y que hoy en día me sigan recordando e incluso me consideren el mejor arquero de la historia del equipo, es un tremendo orgullo.

Haber sido parte del Monterrey fue la mejor experiencia deportiva que tuve a lo largo de mi carrera como futbolista y la defendí con alma y corazón.

Hoy en día el verlo jugar en el Mundial de Clubes me llena de satisfacción y me llena de orgullo haber sido parte de esa institución.

Mis mejores deseos para el Club de Futbol Monterrey, para sus dirigentes, para los jugadores y para la afición de los Rayados y que cada vez sea mucho más grande y mucho más poderoso a nivel mundial.

Saludos, mi Monterrey querido, 80 años y vamos por más gloria.

Eva
Espejo

Felicidad, exigencia y retos

Siempre he pensado que Rayadas fue ese Club que me devolvió la posibilidad de vivir momentos épicos en mi vida y uno de ellos fue ser campeona.

El Club Monterrey me dio la oportunidad de regresar a las canchas y de poder que se me erizara la piel, otra vez, con un gol al minuto 90, como Directora Deportiva.

También el ser pionera en una estructura con muchas mujeres comprometidas con el desarrollo del futbol femenil, eso fue extraordinario.

Rayadas me ha ayudado a crecer, a profesionalizarme, a pensar en el futuro y a cuidar el presente. Me ha cambiado la vida, me ha hecho cumplir mis sueños y los sueños de muchas otras personas; estoy viviendo cosas que no imaginé y que ni siquiera pude soñar y eso me hace muy feliz.

Mi deseo en Rayadas es no sólo hacer que el presente sea digno, sino que el futuro sea tan prometedor que la grandeza de las Rayadas perdure en el tiempo, no solamente cada año, sino que tengamos un futuro asegurado por 10 ó 15 años más.

Todos los días en nuestra estructura intentamos lograr imposibles e intentamos lograr, paso a paso, con pasos firmes, cosas que nos den la oportunidad, en el tiempo, de seguir siendo grandes y sobre todo compitiendo en los más altos niveles.

Estar en las Rayadas es entender que la REVOLUCIÓN termina y que ya hay una EVOLUCIÓN, quiere decir que hoy nos toca ya no luchar, sino hacer que eso, que alguien ya hizo por nosotras, que ya luchó por nosotras, se pueda disfrutar, pero también mejorar y llevar a otras latitudes y llevar a otras dimensiones.

Rayadas para mí ha sido un nicho de evolución en mi vida y también fuente de mucha felicidad, exigencia y retos, además me siento muy orgullosa de estar en esta institución en estos primeros 80 años.

Rebeca
Bernal

Respeto, perseverancia, disciplina, amor y resiliencia

Rayadas es un equipo que en el día a día, que en situaciones complejas, en partidos importantes, siempre lucha hasta al final, nunca deja de insistir, siempre quiere llevar a la institución a lo más alto.

El ADN de Rayadas es superación, siempre buscamos superarnos a nosotras mismas como equipo y como institución, también tiene mucha resiliencia, el equipo es resiliente a morir y, lo he dicho anteriormente, se ha repuesto de situaciones adversas y ha salido adelante.

Desde el día uno hasta el final me identifiqué con los valores de Rayadas que son el respeto, la responsabilidad, la perseverancia, la disciplina, el trabajo en equipo, el amor y la resiliencia, entre muchos otros.

Yo como jugadora di lo mejor de mí desde el día uno hasta el final, siempre buscando mejorar, buscando crecer, nunca me conformé en este proceso y creo que fue un trabajo en conjunto muy padre.

Siempre nos hemos caracterizado por ser un equipo protagonista, con un equipo de calidad y espero que al pasar de los años sigamos con esa esencia, que no se pierda ese ADN del que hemos estado hablando, que cada jugadora que llegue sepa qué es Rayadas, qué es lo que busca este equipo dentro y fuera del campo, y espero que estas Rayadas en los siguientes años sean cada vez más y mejores.

Para mí ser Rayada es un estilo de vida. Estos ocho años en la institución fueron increíbles y es difícil dejar de ser Rayada aun estando lejos.

Estoy muy agradecida con todos y todas, los recuerdo, los llevo conmigo siempre y mi sentimiento siempre será rayado.

Desirée
Monsiváis

Rayadas creyó en mí

Rayadas es el equipo de mis amores, por supuesto.

Siempre voy a estar agradecida con otros clubes desde Canadá, desde Kazajistán, desde que empezó esta travesía del profesional femenil en México, pero Rayadas fue el equipo que creyó en mí y que me dio un contrato profesional a mi gusto, a mi manera, en donde yo era yo, simplemente.

Ahí aprendí mucho desde las jugadoras que estaban, los directivos y los entrenadores. Siempre me enfoqué partido a partido, no tenía idea de lo que estaba logrando, ser la goleadora histórica de Rayadas y en ese momento también de la Liga. Justo me toca que cuando llega Eva (Espejo) me faltaban 6 goles para los 100. Me acuerdo que tuvimos una reunión en su oficina y fue como juntos vamos a lograrlo, juntos vamos a hacerlo posible, porque todo está bien, entonces ahí empezó a caerme un poco el veinte de lo que estaba haciendo.

Ya cuando cae la marca, la de los 100 goles, ahí sí me adjudiqué de manera personal y muy motivadora, el tema de ser la goleadora histórica.

Es por eso y más que este equipo ya no va a estar fuera de mi vida, en cualquier trinchera en la que yo pueda aportar lo voy a hacer con mucho amor.

Fui jugadora y en un futuro me gustaría ser parte de lo que sea: entrenadora, directiva, lo que sea, por qué no.

Quiero ser parte de esa comunidad, ser parte de vestir los uniformes, los colores, la pasión, lo que se vive en el estadio, lo que se vive en el pensamiento del aficionado de Rayados y Rayadas porque aportan seriedad, profesionalismo y compromiso.

Ser parte de Rayadas va a ser para mí algo que siempre va a estar en mi vida.

Amelia
Valverde

Una vez Rayada, siempre Rayada

Rayadas me cambió la vida, me permitió salir de mi país, me permitió venir a dirigir acá y me ha permitido vivir… ¡ufff!, de los días más lindos.

Tengo un gran cariño por la Ciudad, por el Club, por el equipo, significa como un abrazo muy grande, por decirlo de alguna forma. La institución y el proyecto me han acogido de una muy buena manera y han influenciado en mí.

Hay un dicho que dice: “una vez Rayada, siempre Rayada”, si no me equivoco, y es cierto, hay algo que te deja una huella.

Para mí los campeonatos han sido una bendición, pero también lo que nos deja adentro la institución, lo que nos ayuda a crecer como profesionales, como personas, porque es un proyecto muy sano que nos permite crecer.

Rayadas me ha ayudado a ser mejor de lo que soy, no solamente en la cancha, sino con todas las personas que tenemos cerca. La verdad que ha sido una historia maravillosa, una historia muy bendecida y siempre muy agradecida por estar acá.

Aquí existe un proyecto muy serio, muy profesional, muy bonito, su estructura es fantástica, con su directora deportiva, y siempre quiere crecer y crecer. Además, Rayadas tiene el sello de nunca bajar los brazos, estar siempre con la ilusión, siempre vamos para adelante, mientras exista una posibilidad, el equipo siempre va a creer que puede.

Hoy, en el 80 Aniversario del Club Monterrey, en Rayadas tenemos muchos retos por delante, somos muy conscientes de que intentamos que la palabra techo no exista.