
En nuestro país hay más de 200 especies comestibles. Muchos de ellos son altamente apreciados por su sabor y textura. Conoce sus características
Clavito

Su cuerpo es similar a la de un pequeño coral, con ramificaciones delgadas y blancas, pero con hermosos sombreros dorados. Su sabor es suave y tiene una textura crujiente, por eso es incluido en diversos guisos, ensaladas y hasta cocteles.
Se recolecta principalmente en los bosques templados
y húmedos, del centro de nuestro País, pues crece sobre madera en descomposición.
Señorita

Similar a un embudo, este hongo es amarillento y con pie de tonalidades de crema a blanco. Su sombrero puede medir hasta 20 centímetros de diámetro.
En cuanto al sabor es suave y brinda un aroma agradable, por eso se usa tanto frito, como hervido en diversos platillos, como caldos, moles, adobos, con huevo o en tamales.
Crece, sobre todo, en lugares con abundante hojarasca y soleados como los bosques de pino o encino.
Pambazo

Este hongo es de talla grande, pues su sombrero llega a medir hasta 30 centímetros de diámetro. Y eso no es todo, su pie puede ser casi del mismo tamaño cuando es joven. Su textura es aterciopelada y es color caoba, aunque de abajo es más claro y con tonalidades rojizas.
En la cocina se considera una especie carnosa y apetecible, tiene un olor perfumado. Además se encuentra en bosques de encino y abeto del centro y norte del País.
Duraznillo

Puede llegar a medir entre cinco y 15 centímetros de largo y el color de su sombrero va del naranja al rojizo, donde a veces puede presentar manchas oscuras. Es uno de los más buscados, en las regiones con bosques templados, de Puebla, Tlaxcala y del Estado de México.
Su sabor es ligeramente picante y su textura es carnosa, por eso se usa en sopas y para acompañar en guisos con cerdo o se sirven en tacos, previamente cocinados con chile pasilla.

CORNETA AZUL
Cuando es joven, este hongo es azul índigo, pero con el tiempo predominan los tonos grises y si es maltratado, verdes. Su sombrero es liso, aunque ligeramente hundido en el centro, y su pie presenta pequeños hoyos de azul oscuro.
Su aroma y sabor son frutales, sin embargo no se pueden comer crudos porque son tóxicos, se deben cocinar.
Se recolectan principalmente en Jalisco, en la zona de Tequila, pero también en el centro del País, en Oaxaca y en Chiapas.
Yema
Cuenta con un distintivo sombrero de color anaranjado, el cual puede crecer hasta 20 centímetros de diámetro. Este es el causante de su nombre, aunque también se conoce como “huevo de rey”. Además su pie es amarillo y robusto.
Se encuentra en los bosques del centro del País, normalmente crece bajo los árboles, como robles, alcornoques y encinos, o en pequeños peñascos. Es uno de los mejores hongos silvestres y se puede consumir crudo.

ESCOBETILLA

Este hongo tiene una forma con muchas ramificaciones que recuerda al mar, incluso se conoce como “coral rosa”. Y es que su color va del rosa al púrpura con todas sus tonalidades.
Además de su belleza que engalana cualquier platillo, tiene una textura firme y un sabor que complementa sopas, moles y guisos con cualquier proteína. Se recolecta en bosques mixtos y de coníferas con alta humedad, especialmente, en la Sierra Norte de Oaxaca y de Hidalgo.
MORILLAS

Se caracteriza por su forma cónica o esférica con huecos
y pliegues, es de color marrón y se va haciendo oscuro conforme madura. Además llegan a medir 18 centímetros de altura.
Son huecos por dentro, por eso tienen poca carne, pero esta es blanca, delgada y muy valorada en la gastronomía. Se sirven capeados o rellenos de pollo, atún o queso.
Cuando están crudo son tóxicos, así que es fundamental hervirlos o cocinarlos siempre.
