Después de participar con su talento en la exhibición “Papayas to the Moon” en el Lunaprise, el primer museo montado en la superficie lunar, así como en el Museo del Louvre y Art Basel Miami, Alejandro Glatt organizó una venta con 15 obras originales.
“Todas mis esculturas combinan esta fruta y algún otro elemento que me gusta o me inspira, por ejemplo, la expresión ‘love you to the moon and back’, la cual me encanta por el concepto del amor y cómo éste puede cruzar fronteras”, compartió Alejandro Glatt, quien ha expuesto en más de 37 países.
“Me gusta mucho ser hoy el martillero, porque creo que no hay nadie mejor que yo para explicar y compartir el significado de mi arte. Es la primera vez que tomo este papel, estoy un poco nervioso, pero confío en que todo saldrá genial”.
La subasta arrancó con la pieza “Soy Frida”, la cual presenta la foto de la pintora mexicana tomada por el estadounidense Nickolas Muray, tintada en rosa y enmarcada por una papaya dorada; tras una intensa demanda, fue vendida en 13 mil 500 pesos.
Me da mucho gusto ver que mi trabajo da frutos o, en este caso, papayas”.
A lo largo de la noche, los asistentes pujaron para adquirir otras obras de arte, cada una con su propio encanto, originalidad, colores y significado especial.
Mientras tanto, Alejandro Glatt amenizó compartiendo historias y anécdotas relacionadas con las piezas expuestas, revelando detalles sobre su origen, proceso creativo y el contexto en el que fueron concebidas.
“En casa tenemos un fan de los Teletubbies, mi hijo, Toñito, por lo que estoy segura de que le va a encantar la pieza que compramos; ya le habíamos echado el ojo desde hace tiempo, así que me voy muy feliz”, comentó María José Ros, activista social.
Desde que conocí a Alejandro, me pareció una persona con una vibra increíble y gran talento, así que tener piezas suyas es un honor, más aún, pensar que le han dado la vuelta al mundo”.
+ + Además de las papayas en colores metálicos, como dorado, plateado y espejos, el creativo también utiliza materiales, entre ellos, holográficos y lentejuelas multicolores.
Para cerrar el encuentro, Carlos Glatt, padre y ahora representante del creativo, expresó el orgullo y admiración que siente por Alejandro Glatt.
“Es lo más divertido trabajar juntos, montar exposiciones y hacer locuras en decenas de ciudades; sabe que siempre contará con mi apoyo incondicional”, mencionó Carlos Glatt, consultor de innovación.
“Cuando era pequeño, no imaginé que terminaría en el ámbito artístico, pero, hace algunos años, notamos su gran talento y, desde entonces, ha aprendido y crecido mucho”.
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