

Hace dos años y medio, Bea LeRoy Gudiño y Polo Salles Martín del Campo comenzaron un noviazgo que este 6 de septiembre se transformó en matrimonio.
Su enlace ante la Iglesia estuvo lleno de emociones, risas, música, fiesta, buenos deseos y, sobre todo, mucho amor.
Ese día, Bea comenzó a arreglarse muy temprano, ya que antes de la ceremonia religiosa estaban programadas cuatro sesiones de fotos: los novios con sus perros, el first look, los retratos de la pareja, y, finalmente, las imágenes con familiares y amigos cercanos.
El vestido de Bea reflejaba perfectamente su personalidad, pues, según compartió Polo, se veía dulce, romántica y elegante.
“¿A poco no es hermosa mi güerita?”, decía enamorado al contemplarla.
La novia estaba feliz y lucía una sonrisa radiante, pero no pudo contener las lágrimas de emoción cuando posó en la sesión con su papá, Alejandro LeRoy Díaz de León.
“Sin duda las fotos son lo que queda para la posteridad, las veremos hasta que estemos viejitos”, aseguró Polo.




La misa
Bea y Polo fueron a la Parroquia de San Pedro Apóstol, donde el Padre Víctor Alfonso Plascencia González y el Padre Jorge Eduardo “Bucki” Ávila Plascencia les dieron la bendición.
Hasta ese momento, el clima estaba siendo benévolo con los novios, pues el Sol brilló al máximo y contribuyó a que el acontecimiento fluyera perfectamente.
Las lágrimas de alegría brillaron en los ojos de muchos invitados, en especial en los de la mamá de Polo, Sara Bertha Martín del Campo Fernández, y en los del papá de Bea.
Dos personas que tuvieron un papel muy importante en la misa fueron Johanna Hernández y Santiago Covarrubias, pues fueron elegidos para ser padrinos de velación.






¡Que vivan los novios!
Alrededor de las 7:00 de la noche cayó una tormenta, pero los casi 450 invitados no se inmutaron y llegaron puntualmente a la Hacienda La Calerilla, sede de la recepción, donde los esperaban nueve horas de emotivos momentos y mucha diversión.
A los novios les cantó Coco Zaragoza y también Daniela González, quien les dedicó el tema “I’ll Be”, de Edwin McCain.
La balada que los recién casados seleccionaron para su vals fue “Los Charcos”, de Dani Martín. Polo bailó con su mamá con “Señora, Señora”, de Denisse de Kalafe, mientras que Bea y su papá optaron por “De Niña a Mujer”, de Julio Iglesias.
“Nuestra canción, el vals, la elegimos desde el corazón. Los dos somos de ir a carretera escuchando música, y un día encontramos una canción que nos marca a los dos, la usé para darle el anillo de compromiso y ahora será nuestra canción para siempre”, dijo emocionado Polo.
En un día tan especial, el novio no podía dejar de hacer un brindis en honor de dos familiares que ya trascendieron, pero que siempre estarán en sus corazones: Jorge “Castor” Salles, hermano de Polo, y Beatriz de la Luz Gudiño Lever, mamá de Bea.
Un detalle que contribuyó a la emotividad de este momento fue que la botella que emplearon fue un obsequio que “Castor” les dio cuando supo del compromiso de la joven pareja, sin pensar que la destaparían casi un año después de su partida.
Los novios deseaban que la velada estuviera llena de sorpresas para sus invitados, así que, entre otras cosas, designaron capitanes para cada mesa, los cuales tenían la tarea de repartir tequila y crear un ambiente único.
Después de la cena comenzó la fiesta con música de DJ, y, posteriormente, el Circo Dragón ejecutó actos que emocionaron a los presentes.
Los amigos pusieron el alma en este acontecimiento y brincaron felices para ganarse el ramo y la liga.
Después de las 2:30 de la mañana, la boda terminó y los novios agradecieron a los invitados por todas su cálidas muestras de cariño y por haber dejado el corazón en la pista de baile.















Honeymoon
La luna de miel comprenderá 40 días en los que visitarán diferentes países de África y Europa, recorrerán zonas de India y conocerán Dubái.
“Los dos somos apasionados de los animales y era nuestro sueño ir a África y lo vamos a cumplir”, platicó Polo.


El menú
Tiradito de salmón
Block de lechón e hinojo
Crema de tomates rostizados
Vacío cuatro pimientos
Pesca del día en velouté de espárragos
Dulce de coco
Cremoso de chocolate blanco
Tiramisú de café




El look de la novia
Bea dedicó meses a encontrar el vestido ideal y terminó decidiéndose por un diseño de Viviana Urrea, cuyo encaje era el elemento principal y realzaba su tono de piel.
Para incorporar un objeto prestado, optó por las joyas, entre las que había piezas de su mamá, Beatriz de la Luz Gudiño Lever (q.e.p.d.). El ramo, abundante y largo, lo adquirió con Marita López. En cuanto al velo, Bea confesó que fue confeccionado por ella meses antes del enlace.


Su historia
– Los ahora esposos se conocieron hace más de tres años en una fiesta organizada por Bea, a donde Polo y unos amigos llegaron con mariachi.
– Su noviazgo duró dos años y medio.
– La entrega del anillo de compromiso fue en septiembre del año pasado, en Cuixmala. Luego de la propuesta de matrimonio, ambos celebraron en una fiesta sorpresa que Polo preparó con sus amigos más cercanos.













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Información: Lizeth Villegas. Fotos: Rodolfo Lasso e Yliana Domínguez. Video: Rodolfo Lasso