Lávala

Por más obvio que parezca, esa chaqueta que solo usaste cinco veces necesita lavado. Es posible que la hayas manchado en algún lugar sin darte cuenta o puede que haya atrapado polvo simplemente colgada en el armario durante varios meses. Sea lo que sea, debe lavarse o limpiarse en seco. Las polillas y los insectos se sienten atraídos por los olores y el calor y no querrás que tus costosas lanas se conviertan en un caldo de cultivo.

Cepilla los abrigos

Si casi no usaste todos tus abrigos en invierno, para guardarlos, ponlos al sol durante aproximadamente una hora para matar cualquier posible actividad de insectos. La luz del sol es el mejor desinfectante que existe. Luego, cepilla todo el abrigo, concentrándote más en las áreas difíciles de alcanzar, como el interior del cuello. Limpia también los bolsillos. Siempre es bueno colgar los abrigos en bolsas de algodón en lugar de enrollarlos y guardarlos. Incluso si tiene un espacio para colgar limitado, al menos dobla bien los abrigos en bolsas de algodón.

Separa las prendas delicadas

Al igual que con cualquier otro tejido, las prendas delicadas y blancas de lana también necesitan un cuidado especial. Empaquételas por separado y con más cuidado. La cachemira, la lana de cordero, etc. deben almacenarse primero en bolsas de algodón. Después de eso, puedes guardarlas en las bolsas de plástico. Las prendas blancas deben mantenerse separadas porque no querrás que otros colores se destiñen si se filtra algo de humedad en las bolsas.

No cuelgues los suéteres

Dobla y guarda los suéteres en lugar de colgarlos. La lana es delicada y estirable. Colgar los suéteres puede hacer que pierdan forma. Las perchas incluso pueden causar hoyuelos en los hombros. No querrás que tu costoso suéter quede mal ajustado solo porque lo dejaste colgando. Además, no guardes demasiados suéteres en una sola bolsa. La lana necesita un poco de espacio para respirar para mantenerse cálida y esponjosa, ¡así que dale eso!

¿Y las botas?

No solo es importante cuidar tu ropa de invierno, también debes invertir algo de tiempo y energía en tus botas si deseas poder usarlas el próximo año. Límpialas. Elimina la suciedad y las manchas con un cepillo para zapatos o un paño. Manténlas al sol durante algún tiempo para eliminar la humedad de las botas. Rellena las botas con papel para mantener la forma intacta y guárdalas en bolsas de zapatos.

¿Cómo prolongar su vida con el método de limpieza adecuado?

  • El consejo principal y común para el cuidado de una prenda de lana es lavarla correctamente.
 
  • Siempre hay una etiqueta en la prenda. Busca esas instrucciones y sigue los requisitos para el lavado. 
 
  • Es recomendable lavar la ropa de lana a mano u optar por la limpieza en seco de una tintorería local confiable.
 
  • Antes de entregar la ropa para la limpieza en seco, comprueba si tiene botones o hilos sueltos.
 
  • Si lavas tu ropa en casa, seca suavemente, exprime la lana y luego déjela secar a la luz del sol. No la cuelgues, más bien extiéndela sobre una superficie plana para que se seque. Colgadas y apretadas, las prendas de lana tienden a distorsionar su forma.

¿Cómo doblar y guardar la ropa de lana?

  • Se debe utilizar un armario que permita el paso del aire para guardar adecuadamente la ropa. Se produce un olor fétido y húmedo en la ropa de lana si la colocas en un lugar húmedo o mal ventilado.
 
  • Para evitar arrugas, cuelga el abrigo en una percha y no olvides abrocharlo. Dobla cuidadosamente las chaquetas y los suéteres para evitar arrugas.
 
  • Usa un cepillo para abrigos después de cada uso para quitarle la pelusa.
 
  • Mientras empaca las lanas, usa bolas anti polilla para evitar que la tela se pudra.
 
  • Las bolas de naftalina pueden causar manchas, así que asegúrate de envolverlas en un paño de algodón o papel.

Viste bien tu ropa

  • La forma en que usas tu ropa de lana también es importante para cuidarla. La lana es muy delicada y es fundamental llevarla bien y manejarla bien.
 
  • Evite rociar perfumes directos sobre la lana.
 
  • No estires tus lanas innecesariamente atándolas alrededor de la cintura o colgándolas sobre los hombros.
 
  • Mientras comas, evita las manchas.

Limpieza en seco

  • Cuando llega el verano, es hora de empacar toda la ropa de lana, pero solo después de la limpieza en seco.
 
  • Para mantener la calidad de la lana y hacer que dure más, la limpieza en seco es la mejor opción. Asegura el mantenimiento hasta el momento en que vuelvas a cavar el tesoro de la ropa de lana.
 
  • Con un poco de esfuerzo puedes alargar la vida de tu ropa de invierno favorita.