Qué suerte tuve el día que te conocí; sin duda, una personalidad única, pues la sangre hispana corría por tus venas. De ahí ‘Españita’, aprendiste de tu padre la pasión por los caballos españoles y te distinguiste como criador en México. Nuestro grupo favorito único y especial de amigos, ‘juevebes’, siempre gozaba de tus comentarios, pintadas,
ocurrencias y sarcasmos de todo tipo. Gracias por todo lo que diste, te nos adelantaste. Te vamos a extrañar hasta el reencuentro”.