Si respetas el distanciamiento físico y haces sólo viajes al súper o la farmacia, los expertos coinciden en que no es necesario que te cambies de ropa o te bañes al regresar a casa. Sin embargo, lávate las manos.

“Es poco probable que una gota que sea lo suficientemente pequeña para flotar en el aire por un tiempo se deposite en la ropa debido a la aerodinámica”, dijo Linsey Marr, científica de aerosoles en Virginia Tech.

“Mientras nos movemos, empujamos el aire sacándolo del camino, y la mayoría de las gotitas y partículas también son empujadas. Alguien tendría que rociar gotas grandes al hablar, toser o estornudar para que caigan en nuestra ropa”.

Fuente: The New York Times