“Sin embargo, como hemos discutido anteriormente con usted, las recientes regulaciones por parte del gobierno mexicano han creado una significativa incertidumbre sobre los procesos regulatorios del País, especialmente con respecto al sector energético; y han dañado el clima general de inversiones en México.
Más recientemente nos han preocupado los reportes de un memorándum del 22 de julio, seguido de una junta el 22 de septiembre con reguladores a quienes presuntamente se les instruyó bloquear permisos para proyectos privados en el sector energético y a usar su autoridad regulatoria para favorecer a empresas del Estado.
Si eso es verdad, sería profundamente problemático y elevaría preocupaciones respecto a los compromisos de México bajo el T-MEC”, cita el documento.
“Estas medidas podrían afectar adversamente millones de dólares en inversiones publicas del Gobierno de Estados Unidos en México.
“Respetamos el derecho soberano de México a determinar sus propias políticas energéticas, pero estamos obligados a insistir en que México honre sus obligaciones del T-MEC, en defensa de nuestros intereses nacionales, que incluyen inversiones pagadas con el dinero de los contribuyentes de EU”.
Un clima atractivo a la inversión, respaldado por normatividad que no se aplica de forma discriminatoria, puede crear empleos y promover la inversión necesaria para asegurar la autosuficiencia energética de México, al tiempo que se mantienen precios asequibles para los consumidores.