La contaminación por químicos sintéticos, entre ellos los plásticos, está tan “fuera de control” que rebasó uno de los límites planetarios. Por lo tanto, está en riesgo el desarrollo de la humanidad y la prosperidad de las generaciones futuras.
Un estudio liderado por el Centro de Resiliencia de Estocolmo (SRC, por sus siglas en inglés) determinó que la producción de químicos se ha multiplicado 50 veces desde 1950.
¿Qué son los límites planetarios?
- Son un conjunto de nueve límites correspondientes a procesos que regulan la estabilidad y la resiliencia de la Tierra.
- La humanidad puede continuar su desarrollo al mantenerse dentro de esos umbrales y las generaciones futuras podrían prosperar.
- Rebasarlos incrementa el riesgo de generar cambios ambientales a gran escala, abruptos e irreversibles.
- Surgieron en 2009 a partir de un estudio dirigido por Johan Rockström, antiguo director del SRC.
- Hasta ahora, se han superado cinco límites: cambio climático, cambios en el sistema de tierras, ciclo biogeoquímico, entidades nuevas (los químicos sintéticos corresponden a este rubro) e integridad de la biosfera.
¿Qué ocurre con los químicos sintéticos?
A nivel mundial existen cerca de 350 mil químicos sintéticos en el mercado, entre ellos están los plásticos, pesticidas, antibióticos y químicos industriales.
Todos son entidades nuevas porque fueron creadas por actividades humanas y sus efectos en la Tierra son, en su mayoría, desconocidos, aunque sí se sabe que están vinculados a la minería, el fracking y perforaciones para extraer materiales vírgenes.
Volúmenes significativos de ellos terminan en el medio ambiente cada año. Su ritmo actual de aparición en la naturaleza excede la capacidad de los gobiernos de evaluar sus riesgos globales y regionales. Tampoco pueden controlar sus potenciales problemas.
¿Y los plásticos?
Los plásticos son de los químicos sintéticos que más preocupan a los científicos porque su producción incrementó 79 por ciento del 2000 al 2015.
En la actualidad, la cantidad de este material en la Tierra duplica la masa de todos los mamíferos vivos.
Ya que contienen más de 10 mil químicos, cuando se degradan crean una nueva combinación de materiales con peligros sin precedentes para el ambiente.
¿Cómo afectan a los animales?
¿Y a las personas?
Los plásticos, en general, no son biodegradables, es decir, no se descomponen de forma natural, sino que se fragmentan en microplásticos y nanoplásticos, que son diminutas piezas de dicho material.
- A través del aire, las personas inhalan microplásticos. También los ingieren en alimentos y agua.
- Se han encontrados estos fragmentos en pulmones, hígados, riñones, bazos e incluso en placentas.
- Algunos de sus químicos están asociados a problemas endocrinos, desordenes del desarrollo, anormalidades reproductivas y cáncer.
¿Qué hacer?
Los científicos llamaron a reducir la producción y liberación de las entidades nuevas. Una de sus propuestas es establecer un tope a ambas actividades.
También urgieron transitar hacia una economía circular en la que los materiales y productos puedan ser reutilizados, no desechados, los químicos y artículos sean diseñados con miras a ser reciclados y exista una mejor vigilancia de estos contaminantes para asegurar su seguridad y sustentabilidad.
Por otro lado, un total de 175 países aprobaron a principios de marzo una resolución que busca construir un acuerdo internacional jurídicamente vinculante para acabar con la contaminación plástica.
Sería similar al Acuerdo de París, que aborda el cambio climático, y la ONU espera que esté listo en 2024.
Fuentes: “De la contaminación a la solución” en PNUMA, “Los límites planetarios” en Semarnat, “Outside the Safe Operating Space of the Planetary Boundary for Novel Entities” en “Environmental Science and Technology” y “Planetary boundaries” en SRC.