Hace 10 mil años, aproximadamente, los seres humanos domesticaron a los gatos, según un estudio de la Universidad de Helsinki, Finlandia, publicado en una revista científica de “Nature”. Desde entonces, emplearon la cría selectiva para conseguir características exageradas en estos felinos.
Algunas de las razas más queridas por las personas son el persa y el exótico, que destacan por sus caras redondas, planas y adorables.
Si bien los seres humanos sienten una preferencia por estos rasgos, para los gatos representan un obstáculo para expresar sus emociones y comunicarse con otros animales, revela un estudio de la Universidad Nottingham Trent del Reino Unido.
¿Qué es un gato braquiocéfalo?
- Los gatos como el persa o el exótico son braquiocéfalos, un término que significa “de cabeza corta”.
- Como consecuencia de la cría selectiva, su nariz y hocico son cortos. Por eso, su garganta y vías respiratorias suelen ser más pequeñas de lo habitual o están aplanadas.
- Los seres humanos sienten preferencia por estas características que recuerdan a infantes porque despiertan sus instintos de protección y crianza.
- Este tipo de felinos domésticos son propensos a obstrucciones y problemas respiratorios. También son más susceptibles a experimentar golpes de calor.
¿Qué problemas tienen?
Las expresiones faciales de los gatos pueden cambiar de acuerdo a cómo se sienten, así que su aspecto es diferente si tienen miedo, están frustrados o adoloridos, por ejemplo.
Sin embargo, la alteración drástica de las razas braquiocéfalas dificulta entender con claridad sus expresiones.
A través de un análisis de casi dos mil caras de felinos domésticos, los investigadores descubrieron que las correspondientes a estos animales parecían indicar que tenían dolor, cuando en realidad no lo sentían.
Las expresiones faciales del Fold escocés, una raza braquicéfala, lucían como si tuviera más dolor que incluso otros gatos que sí estaban adoloridos, señala la investigación publicada en la revista científica “Frontiers in Veterinary Science”.
Los problemas para comunicarse no sólo afectan a los mininos de caras chatas, sino a otras variedades porque los puntos de referencia facial que cambian de posición durante diferentes expresiones varían según la raza del gato.
“Es posible que no sólo nos atraigan los rostros de animales que parecen lindos o infantiles, sino también aquellos que parecen más vulnerables, heridos o angustiados”.
Lauren R. Finka
Investigadora de la Universidad Nottingham Trent
¿Y sus tutores?
A decir de Lauren R. Finka, autora principal del estudio, es posible que los gatos con cara chata reciban más atención de la que ellos quieren porque su apariencia motiva a sus tutores a querer atenderlos.
Su familia también podría ser incapaz de distinguir cuando sienten dolor por ser incapaces de notar la diferencia entre cuando están adolorido y cuando no lo están.
La especialista de la Universidad Nottingham Trent aconseja tratar de comprender cómo se sienten a partir de su comportamiento o postura en lugar de sus rostros.
“Desafortunadamente, lo que significa para nuestras mascotas es que podemos seguir prefiriendo e incluso alentando la existencia de razas con problemas graves de salud que también pueden tener dificultades para comunicarse con nosotros y potencialmente con otros animales”.
Lauren R. Finka
Investigadora de la Universidad Nottingham Trent
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Edición: Tonatiúh Rubín.
Fuentes: “Breed differences of heritable behaviour traits in cats” en “Scientific Reports”, Colegio Americano de Cirujanos Veterinarios (ACVS), “The Application of Geometric Morphometrics to Explore Potential Impacts of Anthropocentric Selection on Animals’ Ability to Communicate via the Face: The Domestic Cat as a Case Study” en “Frontiers in Veterinary Science” y The Conversation.