Descrito por quienes lo conocieron como amable, inteligente y solitario, Gendron habría comprado un rifle Bushmaster XM-15, viajó a Bufálo y realizó un tiroteo racista en un supermercado abarrotado que fue transmitido en vivo.
Un año antes, en los últimos días del último año de escuela, Payton Gendron se conectó a un programa de aprendizaje virtual en la clase de economía.
Ahí dijo sus planes para cuando terminara la escuela. “Asesinato-suicidio”, escribió Gendron.
La Policía estatal interrogó al joven de entonces 17 años, quien señaló todo era una broma, pero fue detenido y llevado a un hospital para una evaluación psiquiátrica. Pero un día y medio después, fue puesto en libertad.
Dos semanas después de eso, se le permitió participar en las festividades de graduación, incluido participar en el desfile de estudiantes de último año, donde fue fotografiado encima de un convertible conducido por su padre y adornado con globos amarillos y azules y letreros que decían, “Felicitaciones” y “Payton Gendron”.
Gendron, que ahora tiene 18 años, fue procesado por un cargo de asesinato estatal durante el fin de semana y un defensor público designado por el tribunal se declaró inocente en su nombre. Permaneció encarcelado bajo vigilancia de suicidio mientras los fiscales federales contemplan cargos por delitos de odio.
Vecinos y compañeros de clase aseguran que no vieron indicios del joven que ahora se describe en la televisión. No vieron nada del tipo de retórica racista que se ve en una diatriba en línea de 180 páginas, supuestamente escrita por Gendron, en la que describe en detalle cómo investigó los códigos postales con las concentraciones más altas de personas negras, vigiló el supermercado Tops en Búfalo, y llevó a cabo el asalto para aterrorizar a todas las personas que no eran blancas ni cristianas para que abandonaran el país.
Los compañeros de clase describieron a Gendron como un chico tranquilo y estudioso que obtuvo altas calificaciones pero parecía fuera de lugar en los últimos años.
Gendron pasaba el tiempo jugando en línea, y tenía una fascinación por las armas y formas de llamar la atención de sus compañeros.
Cuando la escuela volvió a abrir parcialmente a principios del año pasado después de los cierres relacionados con Covid-19, Gendron apareció cubierto de pies a cabeza con un traje de materiales peligrosos.
Su compañero de clase Matthew Casado lo llamó “una broma inofensiva”, fue bien recibido por otros estudiantes.
“La mayoría de la gente no se asociaba con él”, dijo.
“No querían ser conocidos como amigos de un niño que era socialmente torpe y nerd”.
Gendron se destacó en ciencias y una vez obtuvo las mejores calificaciones en una competencia estatal de química. Pero era conocido por ser reservado y no hablar mucho. Y cuando lo hizo fue sobre aislamiento, rechazo y desesperación.
“Hablaba de que no le gustaba la escuela porque no tenía amigos. Diría que estaba solo”, dijo Casado, quien se graduó con Gendron el año pasado.
El invierno pasado, la madre de Gendron llamó a la madre de Casado y le pidió que Matthew llamara a Payton porque no tenía amigos y necesitaba hablar.
Los dos jóvenes terminaron yendo juntos a mercados, viendo videos en YouTube y disparando armas en terrenos estatales cercanos durante los meses siguientes.
Casado dijo que nunca había escuchado a su amigo hablar de algo violento.
“No pensé que le haría daño a una mosca”, indicó.
Algunos vecinos tenían una opinión similar, viendo a la familia feliz y próspera, con Paul Gendron y su esposa, Pamela, con trabajos estables como ingenieros civiles.
Docenas de sus publicaciones en Facebook a lo largo de los años muestran a los padres y sus tres hijos, a menudo vestidos a juego, disfrutando de las vacaciones en el parque de diversiones, paseando en bote, disparando pistolas láser y abriendo regalos en Navidad.
Carl Lobdell, un amigo de la familia que conoció a Gendron en unas vacaciones de campamento hace una docena de años, dijo que estaba sorprendido de que Payton fuera identificado como el sospechoso del tiroteo masivo.
“Era muy amigable, muy respetable”, señaló Lobdell, y agregó que su familia se había acercado tanto a los Gendron que incluso asistieron a la fiesta de graduación de Payton el año pasado.
“Cuando me enteré del tiroteo… simplemente lloré”.
Gendron se inscribió en el Colegio Comunitario del Condado de Broome y luego se retiró. La escuela no dijo por qué. Y de acuerdo con los escritos en línea que se le atribuyen, comenzó a planear su asalto al supermercado de Búfalo a partir de al menos noviembre, diciendo que se le inculcaron sus puntos de vista racistas en línea.
“Nunca me diagnosticaron una discapacidad o trastorno mental, y creo estar perfectamente cuerdo”, según un pasaje.
El lunes apareció un nuevo documento de 589 páginas de publicaciones de diarios en línea que las autoridades atribuyeron a Gendron, y algunos de sus pasajes se rastrearon con el relato que las fuentes de AP dieron sobre su investigación de amenazas en la escuela secundaria.
“Otra mala experiencia fue cuando tuve que ir a la sala de emergencias de un hospital porque dije la palabra ‘asesinato/suicidio’ en la clase de economía”, dijo una entrada.
“No era una broma, lo anoté porque eso era lo que planeaba hacer”.