Los danzantes Lanceros Guadalupanos del Retiro se preparan con fuerza luego de no haber Romería en 2 años por la pandemia de Covid-19.

El músico da unos pitidos al carrizo y toques al tambor como señal de que comenzará el ensayo.

Los danzantes comienzan a formarse en filas por posición: capitanes, estandarte y banderas. Los jefes tienen un lugar aparte porque ellos llevan el control de todo el grupo de danza.

Los participantes alaban a la Virgen con los pies, con sus movimientos de cuerpo y con su alma, ya que son capaces de soportar las inclemencias del tiempo, como frío, calor y lluvia.

Al inicio de un ensayo se comienza con un son tranquilo para hacer calentamiento de músculos y evitar calambres.

‘Al son que me toques bailo’, desde un brinco, vueltas, una marcha, un cruzado y un zapateado.

Los “guerreros de Dios” ensayan al menos durante tres meses para tener buena condición física antes de La Romería porque el trayecto que se recorre es de 9 kilómetros para acompañar a “La Generala” a su Basílica.

Los danzantes, cansados, pero felices al terminar el ensayo de ese día, dicen: “dos años por pandemia sin nuestra Romería de ‘La Generala’, no nos dobló, no nos venció, no nos desilusionó y aquí estamos para acompañar a ‘La Pacificadora'”.

Fotos: Raúl Zepeda @elhombredelamoto
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