Los sitios más emblemáticos
Para tu primer día en Cuba, su capital La Habana te recibirá llena de vida y color. Uno de sus rincones más representativos está en La Habana Vieja. Al adentrarte en sus calles, sentirás que viajas a través del tiempo pues su paisaje es contrastante, verás las opulentas mansiones de época en el barrio residencial de Vedado, y Centro Habana, donde se halla la simbólica Plaza de la Revolución y los murales de el “Che” Guevara, Camilo Cienfuegos y José Martí.
También podrás pasear por el famoso Malecón, que por las tardes se convierte en un punto de encuentro imperdible de música y baile, donde podrás observar sus maravillosas vistas.
Al atardecer, conoce el Parque Histórico Militar Morro-Cabaña y sé testigo de la tradicional ceremonia de “El Cañonazo” en La Fortaleza de San Carlos de La Cabaña, donde cada día, a las 21:00 horas, se recrea el disparo de un cañón sobre el puerto de La Habana, que antiguamente avisaba del cierre de las puertas de la muralla de la ciudad para protegerla de posibles ataques.
Su lado natural
En tu día dos planea algo más apegado a la naturaleza, como Las Terrazas y los exuberantes bosques, senderos y ríos con saltos naturales de Soroa.
Podrás disfrutar de Viñales, en la provincia de Pinar del Río, el cual posee un entorno natural particular por los mogotes, que constan de formaciones montañosas características de la zona. También podrás observar el Mural de la Prehistoria y visitar los campos de tabaco para conocer cómo elaboran los puros habanos.
Trinidad será ideal para tu estancia, pues podrás adentrarte en su gran legado histórico e imperdibles playas como Playa Ancón. También hay acceso a entornos naturales cautivantes, como el Parque Natural Topes de Collantes, el cual cuenta con una reserva ecológica rebosante de vegetación, se encuentra en la Sierra del Escambray.
Este destino esconde una gran cantidad de rincones mágicos, el más notable es El Nicho, una verdadera maravilla de la naturaleza con piscinas naturales, cuevas y cascadas.
Un paseo cultural
A mitad de semana, en tu día 3 podrás contemplar los paseos por las ciudades más pintorescas y tradicionales del País. Muchas de ellas han sido declaradas, por la UNESCO, como Patrimonio Cultural de la Humanidad.
Cienfuegos, mejor conocida como la Perla del Sur, es una seductora ciudad en la que se respira tranquilidad mientras la belleza de su arquitectura, de herencia francesa, transforma su ambiente. Puedes recorrer a pie su acogedor y bien conservado centro histórico, donde te esperan sus emblemáticos edificios como el Parque José Martí y el Teatro Tomás Terry.
Para ver la cultura cubana en su estado más puro, no puedes saltarte Santiago de Cuba. Dentro de sus atractivos más importantes se encuentran: el Castillo de San Pedro de la Roca, una colosal construcción cargada de significado y con excelentes vistas; la casa de Diego Velázquez y el Parque Céspedes son algunos de los sitios emblemáticos de la ciudad.
Paisajes Impresionantes
Para el cuarto día la naturaleza se lucirá con sus paisajes impresionantes como el mirador de la Gran Piedra y las ruinas de los cafetales del sur, que están formadas por extensos campos de cultivo de café y antiguas haciendas, como La Isabélica la cual es conservada como museo.
Finalmente, puedes visitar la Basílica de Nuestra Señora del Cobre, hogar de la patrona de Cuba.
Al ritmo del agua
Cuba goza de una gran variedad de playas como Varadero, la ciudad balnearia más conocida. Cuenta con extensas costas de arena blanca y aguas cristalinas. En tu día 5 encuentra hoteles todo incluido con las instalaciones necesarias para disfrutar de este entorno paradisíaco.
Puedes visitar las playas con aguas de tonos turquesas de Cayo Santa María. Dejar que la belleza de Cayo Coco te sorprenda y disfrutar la calma de Cayo Cruz, uno de los cayos vírgenes más fantásticos y escondidos de la isla.
Dejamos lo mejor para el final, antes de partir, podrás disfrutar del verdadero Caribe cubano que está en Cayo Largo del Sur. Ubicado junto a la Isla de la Juventud, es un paraje exclusivo conservado en su estado más puro con arena fina.