"Para mí fue el colofón de mi carrera, después del Mundial estuve a punto de irme al Brest de Francia, no me fui, porque mi directiva no se arregló con ese equipo, yo ya tenía departamento, tenía carro y mi sueldo arreglado, desgraciadamente don Marcelino García no llegó a un acuerdo y me quedé, ¡y mira!, ese mismo año soy campeón".