SUS INICIOS
Federico Silva fue un artista autodidacta; antes de entregarse a la creación plástica, hizo estudios de medicina, veterinaria, derecho y antropología.
Su interés por el arte se manifestó desde la infancia, con el gusto por el dibujo; fue ayudante de David Alfaro Siqueiros, quien lo invitó a colaborar en el mural Nueva Democracia, que se puede apreciar en el Palacio de Bellas Artes. Esta relación lo llevaría a conocer a otros grandes, como Diego Rivera, Leopoldo Méndez, Pablo O’Higgins y el escritor José Revueltas.
"El único modelo para un arte propio es mirar el mundo desde México sin dejar de pisar tierra. Si el arte se desentiende de lo que somos, de lo que queremos ser, de nuestra diversidad social, se habrá de contribuir al caos: el arte no escapa a la corrupción".
Federico Silva, artista plástico
En Europa, realizaría una estancia en los años de la posguerra, en países como Austria e Italia; a su regreso a México, organizaría el Primer Salón de Pintura y a partir de 1950 comenzó a pintar murales, como los realizados en el edificio del Instituto de Capacitación de la Secretaría de Educación Pública y en el Instituto Politécnico Nacional la obra Técnica al Servicio del País.
A partir de los 60, voltearía a la escultura, tras una exposición en la Universidad Obrera, donde había reunido ocho años de trabajo con una obra más enfocada en la crítica política.
ESPACIO ESCULTÓRICO
En 1977, el artista propuso la creación del Espacio Escultórico a Jorge Carpizo, entonces coordinador de Humanidades de la UNAM, con la idea de que el entorno natural universitario albergará un sendero para apreciar esculturas geométricas de gran formato.
El Espacio Escultórico sería inaugurado el 23 de abril de 1979 con piezas de Hersúa, Helen Escobedo, Sebastián, Mathias Goeritz, Manuel Felguérez y el propio Silva.
SU PENSAMIENTO
Como investigador, formó parte de la Coordinación de Humanidades de la UNAM por más de dos décadas y dejó parte de sus reflexiones sobre el sentido social del arte y los artistas en varios libros, entre ellos:
- La Escultura y otros menesteres (1985).
- Cuadernos de Amaxac (2006).
- Papel, tijeras y escultura (2009)
Desde la década de los 80 se mudó a Amaxac de Guerrero, Tlaxcala, donde transformó la exfábrica de hilo La Estrella en residencia y taller de creación escultórica.
RECONOCIMIENTOS
En su larga trayectoria Federico Silva, artista emérito del Sistema Nacional de Creadores de Arte, acumuló varios reconocimientos, entre ellos:
- Premio Nacional de Ciencias y Artes, 1995.
- Medalla Bellas Artes, 2016.
- En 2010, las Universidades de San Luis Potosí y la Nacional de México le otorgaron el Doctorado Honoris Causa.
PARA APRECIAR SU OBRA
Su obra, labrada en madera, aluminio, acero, cemento, fierro y piedra, trascendió las fronteras de México para estacionarse en países como Japón, Polonia, Cuba, Jamaica, España y EU.
El Museo Federico Silva en San Luis Potosí, inaugurado en 2003 y dedicado a la escultura contemporánea, alberga una colección permanente del artista con 80 de sus obras.
El Centro Cultural Universitario de la UNAM donde se puede recorrer el Espacio Escultórico ideado por el artista.
La exposición Federico Silva. Lucha y fraternidad. El triunfo de la rebeldía, inaugurada justo este 30 de noviembre en el Palacio de Bellas Artes y que permanecerá hasta abril de 2023.
"Yo no me he estacionado nunca en los éxitos. Cuando he tenido un éxito es porque allí he concluido una etapa".
Federico Silva, artista plástico
INFORMACIÓN E IMÁGENES: REFORMA-Archivo / Museo Federico Silva.