Fray Antonio Alcalde y Barriga
Obispo y Benefactor de Guadalajara. La obra del español Fray Antonio Alcalde se mantiene activa, aunque data de finales del siglo 18.
Desde la perspectiva laica, el Hospital Civil y la Universidad de Guadalajara son piedras angulares de su proyecto episcopal.
Para honrar su legado desde el ángulo religioso, en 1994 se promovió el inicio del proceso de canonización que se ha estancado, pero no por falta de argumentos sino de voluntad política, considera el Padre Tomás de Híjar, cronista de la Arquidiócesis de Guadalajara y promotor de la causa.
El Padre Chavita
Fray Salvador Rivera García, carmelita descalzo. Nació en Guanajuato. A punto de cumplir 35 años sufrió un accidente en Durango que lo dejó con discapacidad física de por vida.
Después de su inmovilización, fue enviado en 1976 al convento de Guadalajara donde hasta su muerte (1997) realizó una misión para visibilizar a las personas con discapacidad. Por eso en 2007 abrieron su causa que se retomó en 2022.
Arturo Álvarez Ramírez
Profesor de la Universidad de Guadalajara (UdeG). Su causa se abrió este año y la promueve el Opus Dei, quienes señalan que sus aportaciones como profesor en el Centro Universitario de Ciencias Exactas e Ingenierías (CUCEI), su recta y estricta vida son motivo suficiente para la santidad.
Francisco Orozco y Jiménez
Quinto Arzobispo de Guadalajara. Nació en Zamora, Michoacán, pero su legado se forjó durante su arzobispado en Guadalajara de 1913 a 1936.
Sus mayores aportaciones fueron en torno a su fe por la Virgen de Guadalupe, de la cual se convirtió en difusor con misiones, templos e investigaciones.
También se le reconoce su confrontación con las autoridades civiles durante la Revolución Mexicana y la Rebelión Cristera.
Silviano Carrillo
Sacerdote y fundador de las Siervas de Jesús Sacramentado. Nació en 1861 en el Estado de Michoacán, pero ejerció su ministerio en Jalisco, donde legó la fundación de una congregación religiosa femenina que tiene su sede en la Colonia Chapalita.
Como párroco de la antigua Zapotlán el Grande (hoy Ciudad Guzmán) se volvió su mayor benefactor con la creación de escuelas, hospitales y la actual catedral.
En 1921 fue nombrado quinto Obispo de Sinaloa, pero murió a los pocos meses.
Federico de Aguinaga
Bienhechor de la Congregación Mariana. Tapatío de nacimiento (1908). Aunque se inclinaba por la vida religiosa, no tomó los hábitos y decidió apoyar con trabajo laico. Hacía labores de caridad y catequesis.
El Papa Juan XXIII lo nombró Caballero de la Orden de San Gregorio Magno.
Información: Maggie Urzúa / Fotos: Cortesía
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