TODO UN GENIO DEL HORROR
M. Night Shyamalan, considerado uno de los maestros del terror moderno, lleva poco más de dos décadas rompiendo las cabezas del público gracias a sus arriesgadas películas, casi todas enclavadas en un género con algún toque fantástico, ya sea el horror, el thriller o la ciencia ficción.
Personajes variopintos, escenarios inquietantes, movimientos de cámara extremos, una música tensa y su clásica presencia en pantalla a modo de cameos, son algunos de los elementos insignia de su cine. Pero ninguno como aquel que ha impulsado su fama y estatus de culto hasta el día de hoy: los giros argumentales.
Ir a ver una película de Shyamalan es esperar el ansiado twist o vuelta de tuerca, ya sea durante el clímax o en el último tercio de la historia. Un sacudidón tan fuerte para el espectador, que a veces obliga a replantear todo lo que se acaba de ver. Y en otras ocasiones, porque nadie es infalible, puede llegar a resultar ridículo y absurdo.
Este 2 de febrero llega a los cines Llaman a la Puerta, la nueva misteriosa creación de Shyamalan, que por los tráilers y la poca información que hay al respecto, pinta para ser todo un viaje lleno de tensión. Nos presenta a una familia que se va de vacaciones a una cabaña en el bosque, sólo para ser interrumpidos por un cuarteto de personajes misteriosos que aseguran que el apocalipsis está por azotar a la Tierra, y la única forma de detenerlo es sacrificando a uno de los miembros de esa familia.
"Me atraen las cosas que toman géneros cinematográficos y los modifican de nuevas maneras, o cambian los géneros de lo que pensabas que estabas viendo".
"El giro de tuerca argumental es parte de la diversión. Y como una transformación entre géneros; tengo que pasar de pronto a géneros más arriesgados. Si baja la cadencia de la trama, incluso si lo hace muy bien, es como si se redujeran los riesgos en la historia, y la audiencia lo siente. Ahí es cuando entra el giro".
Así que, en la espera de que Llaman a la Puerta nos sorprenda, elegimos los cinco giros de tuerca más impactantes o relevantes en la carrera de M Night Shyamalan. Dejamos fuera los de otras películas que han dividido mucho más a los fans o que simplemente no estuvieron a la altura. Sobra decir que hay muchos spoilers, así que si no has visto estas películas, te recomendamos parar aquí.
El Sexto Sentido (1999)
El giro: Bruce Willis está muerto y es un fantasma.
La película que redefinió el género de terror a finales del milenio pasado, al grado de colarse en las categorías principales del Óscar y lanzando al estrellato a Shyamalan. Es la historia de un psiquiatra que trata a un niño que dice que puede ver a personas muertas que necesitan su ayuda para dejar atrás sus vidas.
Durante todo el filme, el cineasta ofrece suficientes pistas para que al público le caiga el veinte y grite “¡Por supuesto!” una vez que se da cuenta de que Bruce Willis ha sido un fantasma todo el tiempo. Verla más de una vez ayuda a recolectar todas esas pistas.
Los Huéspedes (2015)
El giro: los abuelos de la película, ¡no son los verdaderos!
Dos niños se van de vacaciones por un largo rato a casa de sus abuelos, a quienes realmente no conocen. El problema es que los ancianos son espeluznantes y, en específico, definitivamente hay algo que no está bien con la abuela, que parece una persona diferente y mucho más peligrosa por la noche.
El giro de tuerca es de los más sorprendentes en la filmografía de Shyamalan: los supuestos abuelos en realidad son dos pacientes mentales con instintos asesinos que escaparon de una clínica. El momento en que se revela el twist, es memorable.
La Aldea (2004)
El giro: toda la acción ocurre en la época moderna.
Un grupo de personas del siglo 21 entierra todo lo que sea de color rojo y se esconde de los misteriosos y sádicos monstruos que asolan su pequeña comunidad. Cuando alguien realmente necesita un medicamento con urgencia, los aldeanos envían a una mujer ciega a buscarlo.
Para cuando nos enteramos que los ancianos de la aldea han estado fingiendo ser los monstruos para mantener a todos en la ciudad, pues en realidad todos viven en un parque nacional moderno, Shyamalan ya nos tiene muy envueltos en su trama. Esta decisión dividió a la audiencia y la crítica.
Señales (2002)
El giro: los alienígenas son alérgicos al agua.
Para muchos, de las mejores cintas de Shyamalan. Relata una invasión alienígena al planeta Tierra, enfocándose en una pequeña familia liderada por Mel Gibson y Joaquin Phoenix. A medida de que la paranoia crece, la fe de los personajes se pone a prueba y se usa como pretexto para afianzar el giro argumental.
Y es que en su lucha interna por creer de nuevo en Dios o no, el personaje de Gibson se ve enfrentando a los extraterrestres en las inmediaciones de su granja, hasta descubrir por accidente que estos son alérgicos al agua, la cual, casualmente, está distribuida en vasos por toda la casa.
Viejos (2021)
El giro: todo es parte de un experimento médico.
Una historia sobre un grupo de turistas que se queda atrapado en una playa, la cual los hace envejecer a pasos agigantados en apenas un par de días. Contiene escenas muy perturbadoras y bien actuadas (por ahí sale el mexicano Gael García Bernal como uno de los protagonistas).
Como es su sello, Shyamalan da una vuelta de tuerca hacia el final del filme, revelando que el resort en el que se habían hospedado los personajes está usando esa extraña playa para hacer experimentos médicos a largo plazo en sus clientes.
EL EXTRA
Trilogía Eastrail 177
También conocida como Trilogía Glass, está compuesta por El Protegido (2000), Fragmentado (2016) y Glass (2019), y cada entrega tiene su propio giro argumental. La primera película nos muestra al ex mariscal de campo convertido en guardia de seguridad David Dunn (Bruce Willis), el único sobreviviente de un aparatoso accidente de tren. Un excéntrico hombre, Elijah Price (Samuel L. Jackson), le asegura que él en realidad es un superhéroe con fuerza sobrehumana. Lo que Dunn no sabe (ni el público) es que todo fue un plan de Price para asumirse como un supervillano de la vida real.
La segunda película, sobre un hombre con personalidad múltiple (algunas atroces y otras benévolas), en sus minutos finales nos revela que en realidad es una secuela de El Protegido. Finalmente, en Glass, la que tiene el twist menos impactante, nos enteramos que la existencia de superhombres es real, y que la doctora que los trata los está matando para erradicarlos del mundo. Como dijimos, Shyamalan no es infalible.