Su origen

Tlaxcala es uno de los estados más pequeños de la República Mexicana. En la época prehispánica fue una de las naciones que logró mantener su independencia ante el Imperio Mexica.

Estaba dividida por cuatro señoríos que fueron: Maxixcatzin, señor de Ocotelulco considerado como el señor principal. Seguía en importancia Xicoténcatl el viejo, jefe de Tizatlán; Tlahuexolotzin de Tepeticpac y Citlalpopocatzin, de Quiauixtlán. Hasta hoy sigue mostrando parte de su nacionalismo prehispánico.

La ciudad colonial de Tlaxcala fue fundada sobre la prehispánica, en 1520, por Hernán Cortés. Cinco años después, el Papa Clemente séptimo ordenó la fundación de la ciudad novohispana de Tlaxcala bajo el siguiente decreto: “que se erige en ciudad la de Tlaxcala para la Nueva España y su iglesia en Catedral para un obispo que gobierne y administre”.

Se le privilegió al nombrársele sede del Primer Obispado de la Nueva España, otorgándosele además un Escudo de Armas con el título: “Ciudad muy Noble y muy Leal”.

Este territorio tiene dos grandes llanos: el de Calpulalpan y Huamantla. Su clima, la mayor parte del año, es templado, la cual permite disfrutar de una gran cantidad de flora y de fauna.

Basílica de Ocotlán

La basílica es una edificación de arquitectura churrigueresca -término que se aplica a un peculiar estilo arquitectónico y de decoración, que fue muy difundido en España a finales del siglo 17-, en una colina del pueblo de Ocotlán, a un kilómetro de la ciudad de Tlaxcala.

En su interior sobresale una imagen de la virgen tallada en madera estofada y policromada, de casi metro y medio de altura, en un pedestal de plata.

El atrio está presidido por un grupo escultórico con la virgen, una madre con su hijo y Juan Diego, el indio que según la tradición encontró la imagen dentro de un ocote corpulento.

La fachada está considerada una obra monumental del barroco anticlásico y debido a su elegancia y belleza es frecuentemente utilizada para ilustrar libros de arte.

Sus torres gemelas tienen una altura de 33 metros y cuentan con cupulitas, linternillas y cruces de hierro.

Apizaco

El municipio de Apizaco es una joyita turística que se encuentra a 20 minutos de la capital tlaxcalteca.

Su nombre es de origen náhuatl y puede traducirse como riachuelo. Esto probablemente se refiere a los cuatro ríos que cruzan por el municipio de Zahuapan, Texcalac, Apizaco y Atenco.

Aunque es un destino poco conocido, recibió el nombre de ‘Ciudad Modelo’, gracias a la perfección con la que están trazadas sus calles.

Su paisaje se compone de enormes sauces y fresnos, así como de zonas llanas y semillanas.

Si das un paseo por el centro del lugar, no olvides visitar el Palacio Municipal, el cual destaca por sus murales y su arquitectura. También puedes conocer el Centro de las Artes de Tlaxcala, donde tienen una gran oferta de talleres relacionados con el arte que ofrecen.

La Maquinita es una antigua locomotora de vapor que está colocada sobre un pedestal de concreto. Este monumento alude a la historia ferrocarrilera de Apizaco, y está emplazada en la glorieta de la Avenida 16 de septiembre.

Para los amantes de la tauromaquia, no se pueden perder la Plaza de Toros Rodolfo Rodríguez, la cual se inauguró en 1986 y es la más grande del Estado, por lo que llegó a recibir el nombre de La Monumental, sin embargo, cambiaron su nombre por el de Rodolfo Rodríguez, quien fue el torero más importante de la ciudad.

Finalmente, otro lugar obligado de este destino, es la Basílica de Nuestra Señora de la Misericordia, erigida entre las décadas de los 30 y 60 y es el único templo de Tlaxcala con estilo neogótico. Tiene una cúpula de 35.5 metros de altura y dos torres gemelas que se alzan a 50 metros, haciendo de esta basílica la edificación religiosa más alta del Estado.

Santuario de luciérnagas

El avistamiento de luciérnagas es una actividad ecoturística reciente y mágica que comenzó en 2011, en el bosque tlaxcalteco de Nanacamilpa.

Este sitio fue el pionero en poner al servicio turístico este bello fenómeno de iluminación natural. Los lampíridos emiten su luz durante la temporada de apareamiento, que data de finales de junio a principios de agosto. El espectáculo visual que ofrecen es visible al anochecer por entre la 1 y 2 horas.

Desde la capital parten tours hacia el Santuario de las Luciérnagas de Nanacamilpa. Las operadoras ofrecen paseos sencillos y paquetes que incluyen otras atracciones con y sin alojamientos, aunado a otros servicios.

En el santuario se ofrece un recorrido guiado donde se brinda toda la información relevante del lugar. También cuentan con diversas opciones para acampar o quedarse hospedado en un hotel.

Más información: https://bosquemagico.com.mx/

Escalinata

Las Escalinatas a los Héroes son 250 peldaños que conducen a un mirador que promete magníficas vistas de la ciudad.

Su construcción se inició en 1960 con el objetivo de brindar espacios públicos de calidad.

A los costados se encuentran estatuas de sobresalientes personajes de la revolución e independencia mexicana; en la parte más alta se ubica un monumento a Xicohténcatl Axayacatzin, quien fue un destacado guerrero tlaxcalteca.

En medio de las escaleras corre agua, que junto a la iluminación nocturna hace más atractiva la subida para los caminantes.

Para darle un toque romántico, las parejas enamoradas cierran candados en las barandas de la escalinata como símbolo de amor eterno.

Más información: https://turismotlaxcala.com/

Cascada Atlihuetzía

La cascada de Atlihuetzía, está en la comunidad del mismo nombre, en el municipio tlaxcalteco de Yauhquemecan, a solo 11 km de la ciudad de Tlaxcala.

Atlihuetzía es una palabra indígena que significa ‘lugar de donde cae agua’ y su nombre hace honor a esta cascada de 30 metros que baja formando una laguna en medio del verdor circundante.

Cerca de la cascada se encuentra el yacimiento de pinturas rupestres de Amaxac. Otra de las atracciones de Atlihuetzía es el templo del pueblo construido en el siglo 16, según los trazos realizados en 1523 por Hernán Cortés.

En el municipio de Yauhquemecan hay varios lugares de interés turístico como los templos de Santa María (siglo 17), San Francisco (siglo 18) y San Benito (siglo 20).