LUISA MORDEL, CANTANTE DE ÓPERA
Mamá: María Luisa Delgado González; “abuemamá”: Armandina González Garza

“He tenido la gran bendición de tener dos figuras maternas: mi madre María Luisa y mi abuemamá Armandina.
“Mi mamá canta, tiene una voz bellísima. Gracias a que crecí con mi abuemamá, veíamos y escuchábamos a Pedro Infante, Jorge Negrete y Libertad Lamarque. Yo me maravillaba de escuchar esas voces, quería cantar así.
“En el camino de mis estudios musicales me encontré con la ópera.
Mi madre y mi abuemamá (mientras vivió) siempre me alentaron a seguir adelante. Vieron el amor y pasión que tuve por ello, jamás se perdieron mis primeros recitales, después conciertos y hoy, la oportunidad que he tenido de cumplir mi sueño y hacer ópera.
“Agradezco a mi madre María Luisa por heredarme el canto y hacerme fuerte. Y a mi abuemamá, que ahora está en el cielo, por darme esta gran enseñanza, estas palabras que jamás olvidaré: ‘Volarás tan alto como quieras’”.
EMIR GUERRERO, PINTOR
Mamá: Victoria Chávez Marín

“Estoy seguro de que ella me dio la primera libreta y el primer lápiz para que me entretuviera, haciendo dibujos y garabatos.
“Desde que yo era niño me permitió la libertad de un imaginario colectivo: las historias de mi abuela y su abuela, las historias del desierto y el transitar en este mundo, aprendiendo de su alma de niña.
“Fuimos cómplices en dejarme agarrar las herramientas de mi padre para jugar, no me regañaba cuando rayaba las paredes o dibujaba sobre enciclopedias y libros”.
LOLA BERNAL, BAILARINA Y COREÓGRAFA
Mamá: María del Socorro Solís de Bernal

“Nunca tuve la oportunidad de hablar con ella de mi carrera, no me dio tiempo, pero el mensaje era frecuente: haz lo que quieras hacer con tu vida pero hazlo bien.
“Heredé su pasión por la vida y por lo cotidiano. De algún modo, la pasión con la que he vivido mi carrera la heredé de ella, aunque nunca bailó, pero su esencia me enseñó que con pasión es la única forma de hacer bien las cosas.
“Cada vez que subía al escenario, yo invocaba su luz, su intensidad, su entrega y su madera de expresar.
Murió joven (a los 57 años), demasiado pronto. Tuvo la muerte de los justos”.
LUIS MARTÍN GARZA, ACTOR Y DIRECTOR TEATRAL
Mamá: Isabel Gutiérrez Vela

“Mi mamá Isabel Gutiérrez Vela (1911-2008) fue una mujer templada con el carácter sefardita y con la divisa de que el trabajo y el ahorro es esencial en la vida.
“Ella fue una madre protectora, pero exigente siempre en los deberes de la casa y del estudio.
“Se opuso al principio a que fuera ‘cómico’, pero cedió luego al ver mis trabajos e incluso advirtió que ése era mi camino, que ganaba dinero a mis 16 años y aportaba a la precariedad en la que vivíamos en una casa por la calle Doblado.
“Si de mi padre heredé el gusto por la lectura y la historia, de mi madre acarreo la voluntad y la audacia que siempre me han acompañado. ¡Un beso hasta el cielo!”
SALVADOR DÍAZ, ARTISTA VISUAL
Mamá: Graciela Alicia Salinas Pérez

“¡Es muchísima la importancia de mamá en mi carrera! Fue la primera que reconoció mis intereses y aptitudes, me alentó a participar en algún concurso infantil y me llevó a conocer a una persona que fue determinante en la historia de mi vida, ella quería que me conociera, tener su opinión.
“Y de niño a adolescente me acompañaba a inauguraciones en Marco, al Jardín del Arte junto con mi hermana y, en mi primer expo individual, a mis 16 años, estuvo a mi lado cortando el listón. Después, ¡ya le andaba! cuando vio que sí me iba a dedicar al arte, porque había mucha incertidumbre, pues no teníamos ninguna referencia en la familia sobre ser artista.
“Más que consejos, creo que lo que más me dio fue la libertad, que me dejaba ser y respeta mis decisiones.
“De hecho, ha sido protagonista en mi serie ‘Álbum de Familia’. Ha aparecido en 27 pinturas de las más de 120 obras que he pintado de esa serie al día de hoy. Como retrato de ella me parece, el más importante, la pintura ‘Alicia’. Es un cuadro hermoso, de dos metros, basado en una foto de ella de joven”.