Con una fachada típica de la arquitectura francesa e interiores remodelados, pero que conservan su esencia, el Hotel Francés, ubicado en el Centro Histórico de Guadalajara, es el más antiguo de la Ciudad.
Se inauguró en 1610, y sigue vigente. Alrededor de su historia se cuentan muchas otras. Algunas son sólo mitos, otras están comprobadas, pero es lo que lo vuelve fascinante para los turistas que llegan a la Ciudad.
Para clase alta
El hotel comenzó como un mesón, pero en realidad era la casa de personas de un nivel económico alto. Y se nota por su elevador traído desde Italia, donde se construían, o sus candelabros, del mismo país.
El elevador es uno de los dos primeros que se trajeron a América y, aunque dejó de funcionar por seguridad, aún se conserva en el patio central del hotel.
El otro elevador traído a América se encuentra en Nueva York. En cambio los candelabros fueron traídos para una primera remodelación.
Algunos franceses usaban el mesón como refugio durante la guerra de Francia contra España. Fue cuando pasó a manos de españoles, y fue nombrado Mesón de San José, pues antes de ello no tenía nombre.
El hotel aún conserva habitaciones más pequeñas porque antes de su remodelación, eran caballerizas y había rampas para los caballos.
Ruta a Ciudad de México
El hotel ofrecía albergue por temporadas cortas a los comerciantes viajeros que tomaban una ruta obligada para dirigirse a la Ciudad de México.
Esto porque existía una ruta principal desde el noroeste que pasaba por Guadalajara, donde los viajeros a su paso encontraban una opción para negociar precios antes de llegar al principal mercado en la Ciudad de México.
Histórico
A través de revoluciones, contrarrevoluciones, guerra y paz, la estructura conocida ahora como el Hotel Francés hospedó a los ricos y poderosos líderes liberales, contrarrevolucionarios, escritores, artistas y políticos.
El Hotel fue designado desde el 31 de julio de 1981, Monumento Nacional por Flavio Romero de Velasco, el entonces Gobernador del Estado.
Lo anterior durante la ceremonia de su reapertura y que marcó la culminación de la remodelación realizada por los cuatro hermanos Oliveros: Lino, Moisés, Rigoberto y Javier.
También es catalogado como monumento histórico por el Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH) para su preservación.
Durante la reconstrucción se preservaron artefactos sepultados en la tierra y escombros. Actualmente se pueden apreciar diversas piezas y piedras del Siglo 17 decorando los pasillos del hotel.
Benito Juárez, Francisco I. Madero y María Félix son algunos de los personajes que, se señala, se hospedaron en este lugar.
Grabaciones
A principios de 1983, antes de la remodelación más reciente, el hotel se iluminó con brillantes luces, cámaras de cine, numerosos aparatos eléctricos, técnicos, especialistas, directores, actores y actrices, entre ellos el más prominente fue Charles Bronson.
Esto por la película “The Evil That Men Do”, en la que los productores escogieron el Hotel Francés como locación para algunas escenas importantes de la misma, incluyendo a personal del hotel y hasta a los mismos dueños en la filmación.
En los últimos años, Apple TV y Netflix también lo han usado como locación para filmar series y películas.
En el corazón de la Ciudad
El Hotel Francés cuenta con 64 habitaciones. Se ubica a unos metros de la Catedral Metropolitana, la Rotonda de los Jaliscienses Ilustres, el Palacio de Gobierno, el Teatro Degollado y el Instituto Cultural Cabañas.
El Hotel está ubicado en la Calle Maestranza 35, a espaldas del palacio de Gobierno y, hasta la fecha ahí se celebran conferencias de prensa y reuniones de personalidades de la política, la sociedad y la cultura.
Leyendas
Una de las leyendas que rodean el hotel es que Francisco I. Madero se reunía en el hotel y dio uno de los primeros gritos a sus seguidores para comenzar su campaña a la Presidencia. Se comenta que se reunía en la habitación de una de las esquinas del segundo piso.
También se comenta que, cuando la ciudad tenía túneles, uno de ellos conectaba el hotel con el Palacio de Gobierno.
Cambios
Antes de la pandemia de Covid-19, los clientes que asistían al hotel eran huéspedes frecuentes. Pero, tras la reapertura, se perdió el contacto con muchos de ellos.
Aunque con la reactivación del turismo, la ocupación del hotel volvió a los mismos niveles prepandemia.
Información: Yunuen Mora
Fotos: Cortesía y Ángel Llamas
Síguenos en Twitter @muralcom