LOS VIVOS

Rodolfo León Aragón

Fotografía: Twitter

El apodado “Chino” era director de la Policía Judicial. Los abogados del Grupo Interinstitucional -formado en 1998 en Jalisco- le atribuyen ser artífice del presunto enfrentamiento entre Joaquín “El Chapo” Guzmán y los hermanos Arellano Félix.

Sigue activo en el mundo de la política. En 2018 fue Alcalde de Salinas Cruz, Oaxaca; el PRI lo postuló.

"El General Gutiérrez Rebollo dice que alguien invitó a los hermanos Arellano Félix para estar en el aeropuerto ese día y a esa hora, y también al Chapo Guzmán, para provocar un enfrentamiento y, en medio del enfrentamiento, un tercer grupo asesinar al Cardenal. La confrontación entre el Chapo y los hermanos Arellano nunca se dio. Es ese tercer grupo el que entra y asesina al Cardenal, es el primer objetivo de ese día y después matan a otras personas para hacer creer que hubo una balacera".
José Antonio Ortega Sánchez
Abogado

Carlos Salinas de Gortari

Fotografía: Archivo

Era Presidente de México en 1993. En torno a él giran varios señalamientos sobre cuál fue su papel.

En 2006 realizó una declaración ante el Ministerio Público que dejó inconforme a los abogados de la Arquidiócesis tapatía y del Gobierno de Jalisco, Fernando Guzmán y José Antonio Ortega Sánchez, pues las preguntas se limitaron a cuestionar sus cargos en la Administración pública.

En el sexenio de Salinas se reformó el artículo 130 de la Constitución para otorgar reconocimiento jurídico a las asociaciones religiosas.

"Volando de regreso de Guadalajara, después de haber asistido al funeral del Cardenal Posadas, el Presidente Salinas le comentó al Nuncio Prigione: ‘Esta es la factura por lo del 130’. Sin embargo, la opinión pública nunca acusó a la masonería del homicidio, sino más bien al grupo Salinas. Las líneas de investigación nunca se pudieron agotar".
Libro "Sangre de Mayo" (2002)
Héctor Moreno y José Alberto Villasana

Pero hubo una reunión en Los Pinos que, a menudo, sale a relucir…

José Córdoba Montoya

Fotografía: Archivo

Nacido en Francia y naturalizado mexicano, fue la “mano derecha” del Presidente Carlos Salinas de Gortari (1988-1994), desde su cargo como jefe de la Oficina de la Presidencia.

Su peso en el caso cobró fuerza por la declaración de un amigo cercano al Arzobispo de Guadalajara, quien aseguró le dio mal trato durante una reunión en la Residencia Oficial de Los Pinos.

Hasta la fecha, son sólo especulaciones y líneas de investigación no profundizadas.

"Qué conocía (Salinas) de una reunión en Los Pinos en la que su asesor José Córdoba Montoya corrió violentamente al Cardenal Juan Jesús Posadas Ocampo por presentar señalamientos de protección al narco desde esferas oficiales, según narra el testigo Ignacio Flores Ruiz".
Libro "XVI años de impunidad" (2009)
Editado por el Gobierno de Jalisco

Juan Sandoval Íñiguez

Fotografía: Renee Pérez

Sucedió como Arzobispo de Guadalajara a Juan Jesús Posadas Ocampo. Hizo de la investigación del caso la bandera de su ministerio.

El protagonismo tomado siempre lo tuvo al centro de la polémica y la confrontación con instituciones mexicanas e, incluso, con el ex Procurador Jorge Carpizo.

Aparte del intercambio de acusaciones, aseguró que le “fabricaron” señalamientos por lavado de dinero (fue absuelto en 2003) y que sufrió un intento de envenenamiento (1999).

En 2011 dejó la Arquidiócesis y, en su lugar, entró el Cardenal Francisco Robles Ortega.

Al final, el caso sigue sin aclararse.

"Sabemos quién y por qué (…) Los políticos que estuvieron involucrados en el tráfico de drogas ordenaron el asesinato, esa es la razón".
Cardenal Juan Sandoval Íñiguez (2007)
Arzobispo emérito de Guadalajara

EL NUNCIO

Girolamo Prigione

Fotografía: Archivo

Representó a la Secretaría de la Santa Sede en las negociaciones de 1992 que derivaron en el restablecimiento de las relaciones Iglesia-Estado en México.

A raíz del reconocimiento legal a las asociaciones religiosas, se convirtió en el primer Nuncio Apostólico de El Vaticano en el País.

A él recogería el Cardenal Juan Jesús Posadas Ocampo del Aeropuerto de Guadalajara el día de su asesinato.

Se llenó de polémica cuando, meses después de la muerte del Cardenal, recibió a uno de los hermanos Arellano Félix, pero guardó como secreto de confesión lo que escuchó en aquella reunión.

"El conocimiento que tenía el señor Nuncio respecto del asunto, evidentemente hubiera contribuido con la investigación, pero él decidió llevar a otro lado lo que él sabía y nunca lo quiso manifestar".
José Antonio Ortega Sánchez
Abogado

Edición e información: Maggie Urzúa

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