SU BEBÉ, LA PRIMERA ATACADA

Tras pasar el Año Nuevo con la familia de Eduardo, Naget, él y su hija se encontraron en un hotel en Tampico.

De acuerdo con el testimonio de la joven, todo empezó cuando su ex pareja le preguntó si ya no quería estar a su lado y tener otro hijo, a lo que ella respondió que no.

“Él muy enojado agarra su celular y lo avienta directamente hacia Suffian, le cae en la cara, yo la volteo a ver y veo que estaba sangrando, ojos, nariz, boca, lo cual le empiezo a gritar como desesperada: ‘qué hiciste, qué hiciste’, se acerca y me arrebata a Su y me dice pobre de ti si dices algo de lo que pasó”, contó.

Posteriormente, relató, salió de la habitación en busca de ayuda, donde encontró a personal del lobby y a un elemento de seguridad.

“Suben a la habitación, se había cerrado la puerta, él se había quedado afuera, nos abren la habitación, ponemos a Su sobre la cama, él no deja entrar a las personas y dice que lo único que necesita son gasas, alcohol, y si tienen un botiquín de primeros auxilios, que él es médico y que por favor no molesten”.

Cuando los trabajadores del hotel se retiraron del cuarto al dejar el material de curación, las cosas empeoraron.

“Yo estaba con Su en la cama tratando de limpiarla con las gasas,  la cargo, la intento consolar porque no dejaba de llorar, en ese momento llega, avienta las cosas que le dieron, avienta a Su sin importarle a dónde, sin importarle si cayó en el piso, sin importarle si cayó en la cama, gracias a Dios cayó en la cama”, expresó.

'TÚ ERES MÍA'

Naget dijo que en ese momento entró el shock y le preguntó a su ex pareja qué estaba haciendo.

“Me ahorca, me empieza a hacer para atrás y me ve a los ojos y me dice qué pensabas, por qué hiciste eso”.

La mujer reconoció que no supo cómo reaccionar, que no era fácil pelear con él y sólo estaba pensando en su hija.

“Ella no entendía lo que estaba pasando, ella estaba llorando, sangrando, se cayó de la cama, tenía 7 meses en ese entonces, no sabía qué hacer, yo me quedaba callada y escuchaba todo lo que decía y él sólo decía cosas como ‘tú ya te moriste, estás muerta, cómo pudiste pensar que serías libre, tú eres mía'”.

Su agresor la empezó a golpear en la cara, le jaló el cabello, la tiró al piso, la pateó y la arrastró por toda la habitación.

“Me empezó a morderme los brazos, como intentar arrancarme la piel, me metió los dedos a mi nariz, intenta romperme la nariz, me empezó a pegar con un plato en la cabeza, el plato nunca se rompió”.

De acuerdo con la víctima, él la empezó a grabar, le dijo cosas cosas horribles y buscó su celular de ella.

“Me empezó a decir que ahorita te voy a demostrar que eres una puta, que no vales nada, que te mereces todo lo que te pasa”.

'NO PUEDO MORIRME ENFRENTE DE MI HIJA'

Al no encontrar su celular, Eduardo agarró un cuchillo y le dijo: ‘Rézale en quien más creas, empieza a rezar porque tú ya estás muerta, empieza a rezar porque tú viva de aquí no sales”.

Entonces, “me persignaba, en eso me levanta y me clava el cuchillo en la costilla y no entraba porque era un cuchillo sin filo”.

Su agresor se desesperó y se lo clavó esta vez en la espalda.

“Haciendo todo el esfuerzo para que entre el cuchillo, yo en ese momento lo único que podía pensar era no me quiero morir enfrente de mi hija, no puedo morirme enfrente de mi hija, y rezaba y rezaba”.

Naget relató que en algún momento se dio por muerta porque ya no podía abrir los ojos, apenas respiraba y vomitó sangre.

“Intenté hablar, intenté decirle algo y me empezó a atragantar con pizza, diciéndome ‘ya muérete’, preguntándome ‘¿a poco aquí sigues?’ y humillándome de una un otra forma, y me paraba y me paraba, lo único que podía escuchar a lo lejos era a mi bebé llorando, era lo que me daba la fuerza para poder ir por ella y rescatarla”, dijo.

“Llegó un momento en que me dio un golpe muy feo, me pisa el estómago y me empieza a asfixiar, pierdo el conocimiento, pero cuando despierto yo estaba amarrada de los pies, y solamente podía escuchar que decía ‘qué voy a hacer con el cuerpo, qué voy a hacer con el cuerpo’, y lo repetía y repetía, él realmente pensaba que yo ya estaba muerta“.

LA HUÍDA

Al meterse Eduardo al baño, Naget intentó desamarrarse, ubicó su celular debajo de la cama, agarró a su hija y salió como pudo de la habitación, donde pidió ayuda y una señora la llevó al hospital.

Al no conocer a nadie en Tampico, sólo a la familia de su ex pareja, le marcó a su hermana para contarle lo sucedido y le pidió no decirle a sus padres.

En el nosocomio, el personal médico le notificó que debía comunicarse con alguien y le habló a su suegra.

“Me pidieron que llenara una hoja con una denuncia y a mí me daba mucho miedo denunciar, no tenía la seguridad que la autoridad me fuera a proteger a mí, sino a ellos, entonces dije nada les va a costar desaparecerme y decir que me fui de puta”.

Al abandonar el hospital, la suegra de Naget dijo directamente: “¿Qué hiciste, qué le hiciste para que él reaccionara así, algo tuviste que haberle hecho?”.

Sus hermanas y padres llegaron después por ella.

'ME DA MIEDO QUE QUIERA TERMINAR LO QUE NO PUDO'

Por miedo, Naget dejó pasar las cosas por un tiempo, hasta que decidió actuar y acudir con las autoridades.

En su testimonio este 8 de marzo, reveló que su suegra empezó a amenazarla, diciéndole que el hermano de Eduardo tenía acceso a sus redes y demostraría que hablaba con hombres y por eso su victimario actuó así.

“A pesar de que yo he hecho todo de la manera correcta con las autoridades, no se ha levantado una orden de aprehensión, hay muchas trabas, esta persona sigue libre, es una persona que está mal”, expresó.

“Me da miedo que algún día quiera terminar lo que no pudo, me da miedo que la vida de mi hija esté en peligro, me da miedo que algún día vea a mis hermanas y les haga algo, me da miedo que le haga esto a otra niña, a otra víctima”.

La joven agradeció ser una sobreviviente y que su nombre no esté escrito en un muro.

“Tú, Eduardo Alfonso García Monroy, no puedes estar caminando libre por la calle, como si nada hubiera pasado, por eso pido ayuda a las autoridades”, sentenció.