Corría el año de 1950 cuando el ingeniero Jorge Matute Remus llevó a cabo en Guadalajara una de las máximas hazañas de la época a nivel nacional e incluso internacional: mover 12 metros un edificio de mil 700 toneladas, en un periodo de cinco días.

La estructura objeto de la traslación fue la Compañía Telefónica y Telegráfica Mexicana, cuyos propietarios se habían amparado para evitar que tuviera el mismo destino que otras fincas de la zona: la demolición.
Con el desplazamiento de este edificio se liberó y amplió la Avenida Juárez para conectarla así con Avenida Vallarta.

El traslado

Era el único edificio que permanecía sobre el arroyo vehicular de la Avenida Juárez, por lo que Matute Remus, entonces Rector de la Universidad de Guadalajara (UdeG) e integrante de la Comisión de Planeación Estatal, se planteó el reto de desplazar y girar la construcción sin interrumpir el servicio de telefonía, lo que implicaba que los trabajadores permanecieran dentro del complejo durante las maniobras.

La hazaña se logró en menos de una semana (del 24 al 28 de octubre de 1950), sin afectar la edificación ni romper un solo vidrio.

“Para generar la fuerza de empuje se instalaron gatos mecánicos de tipo ferrocarril en posición horizontal en cada uno de los ejes de las vigas de arrastre”, explicó Raúl Aguilar Becerril en la Revista Geotecnia, órgano oficial de la Sociedad Mexicana de Ingeniería Geotécnica AC.

“Se emplearon ocho gatos de 25 t (toneladas) y cuatro de 15 t (toneladas). Por medio de dinamómetros se midió el esfuerzo necesario y se obtuvo la lectura de 13 kilogramos en el extremo de la palanca de los gatos, lo que dio en conjunto un empuje de 70 toneladas para vencer la fricción al rodamiento, es decir, un 4.1 por ciento del peso total del edificio”.
El 29 de octubre de 1950, medios de comunicación dieron cuenta de que las obras de reubicación del edificio de la telefónica habían culminado un día anterior. 

Anclaje y cimentación

La edificación fue desplazada con éxito, pero tendrían que transcurrir alrededor de dos meses para concluir con los trabajos de anclaje y cimentación de la misma en su nuevo terreno.

“La gente tenía grandes dudas y zozobra, particularmente las telefonistas de la central que debían permanecer en el edificio y seguir trabajando con normalidad. Para darles confianza, el ingeniero Matute pidió a su esposa que las acompañara“, agregó Aguilar Becerril.

“El movimiento era imperceptible en el interior del edificio. Cada impulso de los operarios hacía avanzar el edificio 8 décimos de milímetro, a una velocidad de un centímetro por minuto”.

El proyecto, concebido en 1927 y ejecutado hasta 1950 contó con la colaboración de otros especialistas como José Ruiz Ugalde, Francisco Vigil Lagarde, Guillermo Casillas e Ignacio Becerra.

El edificio se ubica sobre la Avenida Juárez en su cruce con la Calle Donato Guerra. (cortesía)
Afuera del inmueble fue colocada una estatua del ingeniero Jorge Matute Remus.

Llegada a la Alcaldía

Tras la hazaña de mover la Telefónica, Matute Remus se convirtió en Presidente Municipal de Guadalajara, cargo desde el cual impulsó el proyecto para traer agua de Chapala a Guadalajara. 

Murió el 7 de julio de 2002 a los 90 años de edad. En 2014, los restos de Jorge Matute Remus fueron trasladados a la Rotonda de los Jaliscienses Ilustres. 

Reconocimiento

El Puente Matute Remus es uno de los reconocimientos al legado vanguardista del ingeniero. Esta obra ubicada sobre Lázaro Cárdenas en su cruce con López Mateos, se diseñó para agilizar el tráfico de la Ciudad. Fue inaugurada en 2011. 

Edición: Yenzi Velázquez.
Información: Francisco de Anda. 
Fotos: Jorge Rangel, Ángel Llamas, archivo, cortesía. 
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