En torno al ferrocarril en Nuevo León hay un caos que ninguna autoridad frena.
Además del robo de chatarra y el primer lugar nacional en accidentes viales contra el tren –distinción que el Estado mantiene desde hace siete años–, la basura, asentamientos, invasiones al derecho de paso y estructuras abandonadas son imágenes que acompañan a las vías del tren a su paso por la Ciudad.
Por ejemplo, en la Colonia Industrial, a un costado de la Avenida Colón, un grupo de extranjeros construyó refugios y formó un tiradero de basura que lleva ya más de dos años entre las calles Jordan y Roble.
“Ahí están comiendo y bebiendo todos los días, y agreden a las personas”, señaló Ana Luisa Robles, vecina de la Privada Colón.
Otro caso similar está en la Colonia Treviño, sobre la Vía a Tampico y la calle Progreso.
Ahí, decenas de muebles, basura y llantas componen el paisaje de una zona donde hasta la infraestructura del ferrocarril está descuidada o destruida.
“Aquí jamás harán nada”, lamentó el vecino Joel Hernández, “se lo pedimos a muchos y nadie atendió”.
Sobre las avenidas Luis Mora y Venustiano Carranza, así como en la Colonia Niño Artillero, entre otros puntos, la historia es similar.
Además, en Apodaca, a la altura de la Colonia Pueblo Nuevo, la vía a Matamoros tiene estructuras abandonadas aparentemente por años que son usadas por personas en situación de calle.




La Ley Reglamentaria del Servicio Ferroviario señala en el Artículo 31 que el “operador de la vía” es el responsable del mantenimiento.
La responsabilidad del concesionario también se plantea en el Artículo 7 de esa ley.
En Nuevo León, la vías están concesionadas a las empresas CPKCS y Ferromex, pero las leyes estatales no aclaran a quién le corresponde el mantenimiento.
La Ley de Movilidad Sostenible y Accesibilidad para Nuevo León señala en su Artículo 12 que la Secretaría de Movilidad y Planeación Urbana es la encargada de hacer acuerdos sobre los cruces ferroviarios, pero no aborda el mantenimiento.
Estas omisiones y ambigüedad contribuyen al desorden y la falta de mantenimiento y limpieza.
“Es un tramo federal”, señaló un funcionario de primer nivel.
“Nosotros, como Municipio, no podemos distraer recursos para eso. Es su atribución”.



