Así pasó el líder mercenario Yevgeny V. Prigozhin de auxiliar al Presidente Vladimir Putin en su ofensiva en Ucrania a apuntar sus armas contra el Ejército ruso.

En 2022, luego de ver sus fuerzas empantanadas en lo que creía sería una fácil invasión, el Presidente Putin pidió ayuda a su antiguo aliado político Yevgeny V. Prigozhin, jefe de una organización privada militar notoriamente brutal, el Grupo Wagner.

El Grupo Wagner logró varias victorias en Ucrania, en especial la conquista de Bakhmut.

Durante meses, Prigozhin se había quejado de los líderes militares rusos. Acusó a los generales de no proporcionar a sus fuerzas suficientes municiones y de ignorar las luchas de los soldados. 

Durante ese tiempo, Putin evitó pronunciarse sobre sus acusaciones.

 

El viernes 23 de junio, el líder mercenario escaló la disputa, acusando al Ejército ruso de atacar las bases de sus tropas, y juró tomar represalias.


También describió la invasión a Ucrania como un “chanchullo” perpetrado por una élite rusa corrupta.

El sábado 24 de junio, las fuerzas Wagner tomaron el control de unidades militares claves en la ciudad sureña de Rostov-on-Don, y amenazaron con entrar a Moscú.

Prigozhin dijo que no encontró resistencia y que no hubo necesidad de efectuar ni un sólo disparo.

Tras una mediación del Presidente bielorrusio, Aleksander Lukashenko, Prigozhin ordenó la retirada de sus tropas para evitar un “baño de sangre”.

El portavoz del Kremlin, Dmitry Peskov, explicó que Lukashenko, se ofreció a mediar, con la aprobación del Presidente Vladimir Putin –de quien es muy cercano–, porque conoce personalmente a Prigozhin desde hace unos 20 años.

El Kremlin informó que retiraba la acusación penal contra Prigozhin y que sus tropas no serán perseguidas.