UNA CONDENA ASUMIDA

Álvarez fue condenado en febrero de este año a 26 años y cuatro meses de cárcel. Su condena se dio tan solo un día después de que el líder religioso se rehusara a ser liberado y ser enviado a Estados Unidos junto con otros 222 opositores.

Como parte de la condena, también se le retiró la nacionalidad nicaragüense.

Álvarez se negó a abordar el avión con destino a Washington sin antes consultarlo con otros obispos. Ortega lo consideró como “absurdo”.

El Obispo, que se encontraba en arresto domiciliario, fue trasladado a la cárcel La Modelo.

El Obispo Álvarez, de 56 años, fue detenido el 19 de agosto del año pasado y acusado en diciembre por la Fiscalía de delitos de conspiración “para cometer menoscabo a la integridad nacional y propagación de noticias falsas” a través de los medios de comunicación y las redes sociales.

El Obispo Auxiliar de la Arquidiócesis de Managua, Silvio José Báez, explicó Álvarez le había comunicado su decisión de no dejar Nicaragua por ningún motivo, a menos que el Papa se lo mandara.

CRÍTICO AL RÉGIMEN

Álvarez era una de las figuras religiosas más destacadas que aún permanecía en Nicaragua en un contexto de aumento de la represión de Ortega contra la Oposición.

Ortega ordenó en agosto de 2022 el cierre de seis radioemisoras de la Iglesia católica en el norte de Nicaragua, una de las cuales fue ocupada con violencia por policías antimotines.

Rolando Álvarez, quien era Obispo del norteño departamento de Matagalpa, dijo durante una misa que recibió una carta de la dirección del estatal Instituto de Telecomunicaciones y Correos (Telcor) anunciando el cierre de los medios de comunicación operados por su diócesis.

El prelado dijo que esos cierres eran “una injusticia” e instó a demostrar su supuesta legalidad.

“No aceptaré errores e injusticias”, declaró desde el púlpito de la Catedral de Matagalpa.

El Obispo pedía la libertad de 190 “presos políticos”. Álvarez fue detenido en agosto junto a otros sacerdotes y ciudadanos.

 

RECHAZO INTERNACIONAL

El Papa Francisco expresó en febrero su pesar y preocupación por Álvarez. “Las noticias que llegan de Nicaragua me han entristecido mucho”, declaró el Pontífice en la Plaza de San Pedro a la multitud reunida para la tradicional bendición dominical.

El Papa expresó su amor y su preocupación por Álvarez y llamó a los fieles a rezar para que los políticos “abran sus corazones”. 

El Presidente brasileño, Luiz Inácio Lula da Silva, ofreció en junio interceder ante su par nicaragüense para que excarcele al Obispo.

“Yo quiero hablar con Daniel Ortega sobre liberar el Obispo”, agregó Lula, tras considerar que “no hay razón” para que el religioso “esté impedido de ejercer su función en la Iglesia”.
 
“Yo voy intentar a ayudar, si es que puedo ayudar”, insistió.
 

ORTEGA CONTRA IGLESIA

Ortega, un ex guerrillero, ha tenido una tensa relación con la Iglesia católica. El año pasado empezó a acometerla más directamente en su campaña para apagar las voces disidentes.

En marzo del año pasado, Ortega echó al nuncio papal, el principal diplomático del Vaticano. Más tarde, el Gobierno cerró varias emisoras de radio antes de las elecciones municipales.

También suspendió su relación diplomática con el Vaticano y ordenó congelar las cuentas bancarias de las nueve Diócesis de Nicaragua

El apoyo de la Iglesia a los manifestantes fue visible en varias ocasiones, por ejemplo, cuando en abril de 2018 la catedral de Managua sirvió de refugio a los manifestantes y ayudó a recaudar dinero y víveres para apoyarlos.