La figura de Rojo se despliega como diseñador de libros y carteles, director artístico de suplementos culturales y publicaciones periódicas, fundador, editor y diseñador de casas y colecciones editoriales.

Una labor que desarrolló a la par de su ejercicio pictórico aunque siempre diferenció ambas esferas de su trabajo: la oposición entre lo utilitario y lo estético, lo social y lo personal como mostró “Vicente Rojo. Escrito / Pintado”, exposición que le dedicó el Museo Universitario de Arte Contemporáneo (MuAC), con una selección de obras de diseño gráfico y editorial, libros del artista, y series de escultura y pintura.

La parte editorial la proyecto hacia fuera de mí y la parte pictórica cada vez más hacia adentro".

EL NACIMIENTO DE ERA

La editorial Era nació en 1960, a raíz de la propuesta de Rojo de aprovechar los tiempos muertos de las máquinas de la Imprenta Madero, un enclave para la intelectualidad de los exiliados españoles y donde él desempeñó varias tareas, primero vinculadas con la elección tipográfica y luego con las técnicas de impresión y acabados del taller.

Su iniciativa contó con el apoyo de José Azorín y los hermanos Espresate: Neus, a cargo de la dirección, Jordi y Quico.

Sus siglas, Era, recogen las iniciales de sus fundadores: Neus Espresate, Vicente Rojo y José Azorín.

“Era es quizá el epítome del Rojo editor”, donde generó sus propias ideas “de un diseño gráfico renovado, ágil, lúdico”, asegura Marina Garone en el catálogo de la exposición del MuAC.

Rojo trajo aire fresco a la gráfica editorial local en “una figura que parece no haber existido antes de él: el diseñador que hace algo más que disponer el texto de otros, el que muta en editor”.

Con Era publicaron a grandes autores como Octavio Paz, Carlos Fuentes, Sergio Pitol, José Emilio Pacheco, Gabriel García Márquez y Augusto Monterroso, todos con portadas hechas por Rojo.

No sólo fue cofundador y en buena medida editor de Era, sino también diseñó algunas de las colecciones fundamentales como la Serie del Volador de la editorial Joaquín Mortiz (1963) y buena parte de las portadas de la Colección Popular del Fondo de Cultura Económica (1959-1964).

El diseño y la edición me permitían tener una relación cultural, social e incluso política. Me permitían, además, tener los pies en la tierra mientras yo hacía una pintura que me permitía volar y no cumplir ningún objetivo concreto".

LA PRIMERA EDICIÓN DE CIEN AÑOS DE SOLEDAD

Por deseo expreso de Gabriel García Márquez, la portada de la primera edición de “Cien años de soledad” se encargó a Vicente Rojo, pero no llegó a tiempo para su publicación, por lo que se tuvo que improvisar otra.

Ya en la segunda edición, en junio de 1967, el libro apareció con la portada original de Rojo. En palabras de su autor, no pretendía reflejar elementos precisos de la novela, sino que escogió imágenes populares.

Los grabados de las cabeceras y demás motivos ornamentales de la edición conmemorativa de la novela de 2007, proceden de la portada diseñada por Rojo para la Editorial Sudamericana en 1967.

ROJO, EL APRENDIZ

Rojo se declaró aprendiz del republicano español Miguel Prieto, pintor y tipógrafo, a quien reconoció como el maestro decisivo en su formación como diseñador en una época en la que el diseño no existía como disciplina constituida.

Entró a trabajar como su asistente en la Oficina de Ediciones del INBAL.

Uno de los proyectos que heredó de Miguel Prieto fue el suplemento “México en la Cultura” del diario Novedades, cuyo diseño renovó en 1956 a solicitud de Fernando Benítez.

La relación de Rojo con Benítez sería larga y fructífera, ya que el escritor se convertirá en el primer gran autor de Ediciones Era.

También su trabajo en revistas, boletines, gacetas y periódicos comenzó prácticamente desde su llegada a México, en 1949.

 

Prieto fue para mí un maestro ejemplar. Manejaba las letras, los colores, los distintos papeles y las imágenes con gran elegancia y sencillez y sabía darle el mismo valor a cada publicación que diseñaba, lo mismo si se trataba de un importante libro de arte que de un simple boleto de entrada al Palacio de Bellas Artes, es decir, que practicaba una especie de democracia visual. Esta fue la primera lección que yo aprendí de Miguel Prieto, lección que me ha acompañado toda mi vida".

SU SELLO EN LA CULTURA

Es reconocida su contribución al apogeo de las publicaciones culturales periódicas en el País, con el diseño de la revista Artes de México, donde fue cofundador y director artístico.

También en la Revista de Bellas Artes, los suplementos México en la Cultura del diario Novedades, donde fue director artístico pero en gran medida también editor, y La Cultura en México de la revista Siempre.

Además, tuvo a su cargo en varios momentos, la estética de la Revista de la Universidad (UNAM), La Gaceta del Fondo de Cultura Económica, las revistas Nuevo Cine, Diálogos, Artes Visuales del Museo de Arte Moderno y Plural (1971), que diseñó en colaboración con Kazuya Sakai, y la maqueta del diario La Jornada (1984-1987).

Del mismo modo, diseñó carteles, portadas de discos de vinilo, logotipos e invitaciones.

“El trabajo gráfico de Rojo se convirtió en el sello visual de un sistema cultural, en la identidad de una época artística e intelectual”, asientan Cuauhtémoc Medina y Amanda de la Garza, en el catálogo del MuAC.

FUENTES: Catálogo de la exposición “Vicente Rojo. Escrito / Pintado” del Museo Universitario de Arte Contemporáneo (MuAC), Centro Virtual Cervantes. Vicente Rojo, “Cien años de soledad”, edición conmemorativa. Asociación de Academias de la Lengua Española/Alfaguara