CÓMO 'REBANAR' UN EDIFICIO
Técnicas de ingeniería se usan en el desmontaje.
Para la gran mayoría de la población que no está familiarizada con los más recientes desarrollos de la ingeniería especializada en la conservación del patrimonio, la idea de “rebanar” un edificio como si se tratara de un pastel podría sonar, por lo menos, descabellada.
Sin embargo, esto es lo que, esencialmente, habrá de llevarse a cabo una vez que terminen de desmontarse los paneles de los murales posteriores al sismo de 1985.
Las secciones originales de cada mural presentan un reto sumamente complicado, puesto que intentar fraccionarlas resultaría en un daño severo para los mosaicos.
Lo primero que tendrá que hacerse es el retiro de los remates, las cajas huecas, que simulan los niveles superiores de los edificios originales.
Para ello, CAV está implementando un procedimiento que le permitirá mantener las vibraciones en niveles aceptables para no dañar los murales con esta acción.
Posteriormente, mediante el uso de un sistema de corte con hilo de diamante, la sección entera de cada mural original será separada del edificio, en un proceso que, sí, se asemeja a rebanarlo.
Una vez que el mural haya sido separado, éste será protegido con capas de manta de cielo, CMC, silicón y un sistema de vulcanizado encima de todo el proceso y, finalmente, una capa de madera, para asegurar la integridad de toda la estructura y de las teselas.
Posteriormente, se realizará el retiro de pequeñas porciones del mural, de 0.30 por 0.20 metros, que posteriormente serán restituidas para poder colocar la porción entera, hasta el suelo, en una especie de armadura de hierro que habrá de protegerla en su totalidad.
En lo que seguro será un espectáculo difícil de creer para quienes logren atisbarlo, el mural entero será entonces separado por una grúa, elevado y llevado al suelo para ser transportado en un vehículo hacia la bodega.
Liberados todos los murales y seguros en distintos espacios para su resguardo, será entonces momento de demoler los edificios que, debido a sus niveles de desplome, son ya inutilizables.
Contrario a diversos rumores que se han esparcido, sobre todo producto de que una de las ideas originales de las autoridades era transportar los murales al Aeropuerto Internacional Felipe Ángeles, tanto CAV como las dependencias involucradas han hecho un compromiso de que ni uno solo de los paneles abandonará el predio en el que ya se encuentran.
Con ello, y una vez que el Gobierno de la Ciudad de México tramite unos permisos que tiene pendientes, la fase 1 del “Parque del Muralismo Mexicano” dará por concluida y será construido el nuevo proyecto arquitectónico, del que no se han dado aún detalles oficiales, pero que pretende exhibir los murales rehabilitados en el mismo sitio.
Será entonces momento de reconstruir el inmenso rompecabezas de los murales del Centro SCOP.
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