¿Qué tan sencillo y seguro es comprar un auto seminuevo?

Fernando M. se decidió durante 2022 a comprar un auto, y tras analizar las posibilidades de su bolsillo optó por un coche usado, por lo que empezó su búsqueda en diferentes páginas en internet, agencias de seminuevos e incluso tianguis de autos. Luego de una búsqueda exhaustiva optó por la oferta de un particular que encontró por una página web, sin embargo, esta decisión terminó por conducirlo a una desgracia.

Con la promesa de comprar el auto de sus sueños, Fernando viajó desde la Ciudad de México hasta Puebla para encontrarse con un usuario a quien no conocía y contactó por teléfono. Todo resultó en apariencia bien y Fernando condujo de regreso sin inconvenientes. No obstante, los problemas comenzaron al quinto día, cuando la unidad repentinamente falló, y el vendedor, quien en principio le había dado trato impecable, se limitó a bloquearlo dejándolo sin dinero y con un carro inservible.

No obstante, los problemas comenzaron al quinto día, cuando la unidad repentinamente falló, y el vendedor, quien en principio le había dado trato impecable, se limitó a bloquearlo

Se estima que en la República Mexicana se transaccionan alrededor de 6 millones de autos usados cada año, sin embargo 40 por ciento de las personas que compran o venden un auto en México, al igual que Fernando, han experimentado algún tipo de fraude, ya sea mecánico, financiero o en su propia integridad.

De acuerdo con datos del Registro Público Vehicular, en los recientes diez años se han registrado más de 2 mil fraudes y delitos diversos relacionados con vehículos, alcanzando la cifra 354 en 2019, con una reducción a 190 incidencias en 2020, pero un año más tarde el volumen de incidentes volvió a sus niveles prepandémicos hasta alcanzar su pico máximo de 398 delitos en 2022.

Gráfica de fraudes 2022.

Mientras la delincuencia continuaba fragmentando la industria tradicional de autos usados, el avance de la tecnología permitió el surgimiento de nuevas plataformas que no solo lograron transformar la forma de comprar o vender un auto usado en México, sino también garantizar una transacción segura para los mexicanos.

Bajo este panorama, realizamos un recorrido a través de las diferentes formas de comprar o vender un auto usado en México, a fin de contextualizar la transformación que se ha presentado en la industria automotriz en los recientes años.

Directo con un particular, un acto de buena fe

Comprar o vender un auto con un amigo, conocido o con alguien a quien se contactó por internet es la forma más antigua de compra-venta. Por lo general ofrecen los vehículos a un costo menor del que se puede adquirir bajo otros esquemas que existen en el mercado, ya que se puede regatear para llegar a algún tipo de negociación.

 

¿Cómo funciona? Los interesados se contactan a través de teléfono, correo electrónico, redes sociales o un sitio en internet que funciona como intermediario. A partir de ahí el seguimiento se da directo entre el vendedor y el comprador. Ambos acuerdan precio y condiciones para hacer la transacción, desde el lugar para ver y revisar el auto hasta la manera en que se realizará el pago.

 

Difícilmente el dueño cuenta con la información completa del auto en cuestión y del estado en el que se encuentra. No existe un tercero o empresa que lo certifique o avale; toda la transacción se reduce a un acto de buena fe.

 

Bajo este esquema el vendedor no ofrece garantías, y en los casos en que sí, no hay manera de hacerlo cumplir pasado el tiempo, pues no hay contratos de por medio. La revisión del estado legal del vehículo, documentación en regla y reportes de robo o multas es obligación absoluta de quien lo compra, y una vez realizada la transacción es su total responsabilidad.

Tianguis automovilístico, un lugar aparentemente seguro

Los conocidos “tianguis de autos” son lugares masivos y de libre acceso en donde se reúnen diversos vendedores y compradores; se volvieron populares hace algunos años pues establecieron ciertas reglas que buscaban dar certezas a las partes interesadas.

Algunos tianguis cuentan con módulos donde se puede verificar el estatus legal de un automóvil, ya sea con las placas, facturas, números de serie o REPUVE. El comprador debe confiar en la información que se le provea en el momento y tiene poco margen para corroborarla.

 

En estos lugares se pueden encontrar desde autos con muy pocos kilómetros rodados o hasta clásicos. Los costos son variados, a consideración de cada persona, y como en todo mercado se puede regatear para conseguir el mejor precio. Sin embargo, no hay certeza de qué vehículos, marcas y modelos estarán expuestos, y es necesario acudir varias veces para encontrar el auto deseado, con la incertidumbre de las condiciones en las que se encuentra la unidad, además de que la única opción de pago es de contado, en efectivo y sin acceso a cualquier tipo de crédito.

 

Al ser abierto, puede entrar cualquier persona, sin restricción alguna. Los autos tampoco tienen ningún control estandarizado; no hay un estándar de vehículos y tampoco se hace una revisión o inspección mecánica. Quienes administran estos lugares no tienen ninguna injerencia en el proceso ni obligación alguna. Se limitan a rentar el espacio físico en donde el comprador coloca su automóvil y cobrar a quien desea entrar al tianguis para poder ver lo que en él se oferta.

 

Finalmente, aunque es en un lugar seguro y no en la vía pública, la compra-venta termina siendo entre particulares y son altas las posibilidades de un fraude.

Agencia de autos seminuevos

Las agencias tienen un lugar fijo establecido y por lo general forman parte de un concesionario. Los autos seminuevos que ofrecen fueron adquiridos, en su mayoría, a clientes que les compran algún vehículo nuevo.

 

Por ello realizan revisiones a los coches que adquieren, apoyados en su equipo de técnicos y mecánicos que son parte de sus talleres. Los análisis completos de su estado físico y, en su caso, el historial detallado del mantenimiento lo ponen a disposición de los clientes potenciales.

 

Al ser lugares auditados por la autoridad, las agencias garantizan que el vehículo funciona de manera adecuada y brinda las garantías de ley. En caso de que algo pudiera salir mal con el auto, ofrecen un periodo en el cual se puede regresar a corregirlo, además de una atención a través de un agente de ventas.

 

La dificultad con las agencias es que muchas no tienen el catálogo de vehículos en línea, y es indispensable ir a la agencia para conocerlos. Tampoco cuentan con la mayoría de los modelos que existen en el mercado, y el paquete de servicios post-ventas es limitado.

 

El auto es un activo que eventualmente va a presentar fallos por su desgaste natural, y algunos de estos fallos no suelen estar incluidos en sus paquetes. Además, las condiciones y cantidad de garantías varían entre una agencia y otra; no existen un estándar en todas ellas.

 

Finalmente, aunque muchas agencias ofrecen diversos esquemas de pago a crédito, estos son rígidos y sujetos a revisión en buró de crédito.

Plataformas digitales

Este nuevo formato vino a cambiar la manera de comprar y vender autos usados en México, combinando las virtudes del modelo tradicional y tecnológico, al llevar la transacción a un entorno digital que hace más fácil y segura la compra o venta desde un teléfono celular, computadora o en sucursales presenciales.

 

El exponente más claro es Kavak, que ha estructurado un modelo de negocio que controla todas las etapas de la experiencia, al comprar los autos a particulares, con lo que se convierte en su propietario, para posteriormente reacondicionados en sus propios talleres, colocarlos a la venta y ofrecer opciones de financiamiento.

 

Para evitar el fraude, los autos son inspeccionados exhaustivamente en sus aspectos legales y mecánicos, por lo que no compran ni venden coches con multas o verificaciones pendientes, ni daños que comprometan la seguridad de nuevos compradores.

 

Luego de 6 años de operación, la empresa cuenta con más de 10 mil coches en inventario, de todas las marcas y modelos, los cuales se pueden ver desde el catálogo en línea o en alguna de las 30 sucursales que tiene alrededor de la República Mexicana.

 

Pueden ser adquiridos de contado o aplicar a un financiamiento, ya sea con bancos o con la propia financiera de la compañía, la cual es más flexible que la opciones tradicionales, al no limitar su acceso a requisitos como el Buró de Crédito.

 

En términos de garantías, Kavak cubre más de 200 aspectos del automóvil por tres meses, con posibilidad de aumentarlo a más de 12 meses. Además, cuenta con soporte vía aplicación móvil, desde la que se pueden administrar todos los temas relacionados con el auto: desde la garantía, los servicios, trámites como la verificación, refinanciar un auto, entre muchas otras opciones.

En décadas, el mercado de autos usados no había registrado cambios en beneficio de los consumidores, y por primera vez, la tecnología ha abierto paso hacia nuevos tipos de empresas, y en la medida en que estas compañías puedan garantizar seguridad y confianza, en una de las dos transacciones más importantes en la vida de las personas, podrán definir el futuro de la industria hacia los próximos años.