PLAN COLOSIO
El plan para matar a Bernardo Arévalo, quien ha prometido combatir la corrupción y sanear instituciones como la Fiscalía General, era denominado ‘Colosio’, haciendo referencia al asesinato del candidato del PRI en el año 1994.
El equipo de seguridad tendría cierta información sobre el ‘plan Colosio’ desde el 4 de julio, sin embargo, fue hasta el 15 de agosto que habrían podido corroborar la información por medio de fuentes de instituciones estatales con alto grado de fiabilidad.
Arévalo denunció a The New York Times que había un plan para asesinarlo. Sin embargo, el Gobierno de Alejandro Giammattei no accionó alguna medida para protegerlo.
SEGUNDO COMPLOT
De acuerdo con la CIDH, habría un segundo plan para asesinar a Arévalo el 20 de agosto de 2023, tras los resultados de la segunda vuelta electoral que le daban la victoria.
La Fiscalía General indicó que “obtuvo una alerta e información relacionada a estructuras criminales de pandillas que podría poner en riesgo la vida” de Arévalo, por lo que coordinó con la Policía las medidas necesarias.
El Gobierno dijo en un comunicado que “los supuestos planes para atentar contra la vida del político fueron alertados el 20 de agosto, lo que permitió de forma inmediata realizar las coordinaciones necesarias con la Dirección General de la Policía Nacional Civil a efecto de brindar mayores medidas de seguridad”.
REFUEZAN SEGURIDAD
Las autoridades de Guatemala reforzaron este viernes la seguridad de Arévalo, quien debe asumir el 14 de enero de 2024.
La CIDH exigió el jueves a Guatemala que “adopte las medidas necesarias para proteger” a Arévalo y a Herrera por amenazas y la existencia de dos planes para atentar en contra de ellos.
Según la nota del Gobierno, funcionarios hablaron por teléfono con Arévalo y Herrera para “fortalecer los dispositivos de seguridad con los que ya cuentan e incrementar el número de elementos conforme a las necesidades que sean detectadas y de acuerdo con las recomendaciones de la CIDH”.
Tanto Arévalo como Herrera ya contaban con escoltas del cuerpo de seguridad de la Presidencia guatemalteca desde que pasaron al balotaje, el pasado 25 de junio.
El triunfo del sociólogo y diputado socialdemócrata, que pone fin a 12 años de Gobiernos de derecha, ha generado malestar en sectores poderosos públicos y privados acusados de corrupción.