Coral Bracho

Premio FIL de Literatura 2023.

La poeta Coral Bracho fue reconocida este 4 de septiembre con el Premio FIL de Literatura en Lenguas Romances 2023. El jurado otorgó por unanimidad el galardón a la autora que a través de su poesía se “pregunta por las maneras en que el mundo se descubre y nombra”. Aquí te contamos más de su trayectoria.

PASIÓN POR EL ARTE

La emoción del canto llevó a Coral Bracho (Ciudad de México, 1951) a pensar que podía dedicarse al arte.

"En principio tenía decidido dedicarme a la ciencia, al estudio de la mente, pero participé en un coro, con orquestas, la emoción del canto me abrió otros caminos y me hizo pensar que podía dedicarme al arte, yo leía mucho, desde niña tuve contacto con la poesía, en Zacatecas tuve un contacto frecuente y constante con la poesía popular y ya más grande como a los 12 años, después de la muerte de mi padre, fui a Francia, estuve interna unos meses ahí y ahí conocí la poesía que me deslumbró como nos la planteaban, el contacto con el sonido, con el sentido".

Con la editorial de Federico Campbell, La máquina de escribir, Bracho publicó la plaquette Peces de piel fugaz (1977), que reúne ocho poemas en escasas 30 páginas sobre el recuerdo, el amor, la muerte y el tiempo. Ahí es posible rastrear su “primera aproximación a lo erótico, aunque su presencia en el libro no sea constante”.

"Los poemas del libro abordan el tema del erotismo en el sentido de la exuberancia, pero asimismo en la indistinción y en la confusión, mencionados por Bataille, aquella que en Bracho desliga lo femenino y lo masculino, llevando el deseo hacia una coincidencia de presencias indistintas, en la sugerencia y sensualidad del lenguaje".

Lectora desde niña, Coral Bracho compartió aula en la Facultad de Filosofía y Letras con el poeta David Huerta, quien la alentó a presentar su poemario El ser que va a morir, sobre la experiencia amorosa, acreedor al Premio Nacional de Poesía Aguascalientes, 1981.

La escritora Verónica Murguía lo describe como “una especie de diario de viaje poético donde las descripciones arquitectónicas se confunden con las de los ámbitos y el tacto del cuerpo del amado. El ser que va a morir es un libro de los sentidos, de la intensidad de la percepción ante la certeza de nuestro paso efímero por la vida”.

En Bajo el destello líquido. Poesía 1977-1981 (1988) reúne sus dos primeros poemarios y en 1992, publicó Tierra de entraña ardiente (1992) con Irma Palacios, un libro de poemas y tintas.

La voluntad del ámbar (1998) marca una nueva etapa en su escritura, con “un profundo sentido crítico que deja vislumbrar en lo celular y molecular, una alegoría de lo macro; así como lo corporal, los sentidos, el placer cifra el conocimiento científico”, de acuerdo con el poeta Josué Ramírez.

En el poema “Esto que ves aquí no es”, la escritora “retrata el acto del olvido, del vacío de la desmemoria y el vínculo entre lenguaje e identidad”, según la escritora Verónica Murguía, quien aprecia un “atisbo” de su búsqueda en el poemario posterior Debe ser un malentendido (2018), una “bitácora de una pérdida, la de la memoria”, a partir de la experiencia de su madre de vivir con Alzheimer.

"Alguien cabeceando con una luz encima / como si pesara. / Y ahí, en lo que quiero decir / hay una fila larga de sillas. Hay arcos / verdes, rojos, amarillos, que poco a poco / se van cerrando, como puertas. / Como una enfermedad a la que no entra nadie".

Con Ese espacio, ese jardín (2003) ganó el Premio Xavier Villaurrutia, representa la “puntual maduración de una de las trayectorias poéticas más brillantes de la poesía contemporánea” en México.

"El punto de partida de la poesía es el lenguaje, pero también su punto de llegada. Sobre él se abren los caminos que traza. A él regresan sus numerosas expresiones y hallazgos. Y de la inagotable capacidad de sugerencia que encierra, de sus profundas y casi inaprensibles sutilezas, la poesía extrae sus filos y desentraña su poder y su fuerza".

En Marfa, Texas (2015), la poeta se interna en ese poblado texano con una “mirada forastera que lo recorre apacible, deteniéndose sólo el tiempo necesario; como si quisiera, rozándolos apenas, nombrar los seres y las cosas que lo habitan”.

SUS PREMIOS

La poeta, que recibirá el Premio FIL de Literatura en Lenguas Romances el 25 de noviembre en el marco de la Feria Internacional del Libro de Guadalajara, también ha sido distinguida con los premios:

Nacional de Poesía Aguascalientes 1981
Xavier Villaurrutia 2003
Internacional de Poesía Jaime Sabines-Gatien Lapointe 2011
Internacional de Poesía Zacatecas 2011
De Poesía del Mundo Latino Víctor Sandoval 2016
Nacional de Letras de Sinaloa 2017

VOZ POÉTICA

Fragmento del poema “En las últimas palabras están contenidas las primeras”:

Del espacio impalpable, una certeza:

tu voz;

tu voz que funde

y permanece.

-Cortada en vilo

por el tiempo,

cortada al calce por una flor,

como un oleaje refulgente, como una estrella,

renace.

Se abre, se ilumina, se adentra

-desde un silencio incandescente- en las cosas.

Todo lo animas, todo lo alumbras,

todo lo abismas en su fuego.

A cada forma le das su nombre;

a cada nombre

su forma: Ahí,

desde ese punto sin fin

y sin principio, abres las aguas en la palabra justa.

(Tomado de: www.circulodepoesia.com)