La crisis climática provoca que el 95 por ciento de los jóvenes de México hayan experimentado sentimientos negativos, como ansiedad, ira y frustración, según la Encuesta Nacional de Juventudes sobre Cambio Climático.
De acuerdo con el Climate Institute, los cambios del clima y los desastres ambientales pueden causar problemas psicológicos, como ecoansiedad, estrés e incluso suicidios.
Aunque la ecoansiedad puede aprovecharse de forma positiva porque motiva a quienes la experimentan a realizar acciones en favor del planeta, también es posible que llegue a ser tan insoportable que requiera ayuda profesional.
¿Qué es la ecoansiedad?
En 2017, la Asociación Americana de Psicología (APA, por sus siglas en inglés) definió a la ecoansiedad como el miedo crónico al desastre ambiental.
Otra definición es la de Glenn Albrecht, ex profesor de la sustentabilidad de la Universidad Murdoch de Australia, quien en 2011 señaló que se trata de una sensación generalizada de que los fundamentos ecológicos de la existencia están en proceso de colapso.
Hasta el momento, no se considera una enfermedad, trastorno o padecimiento, sino una respuesta a las amenazas ambientales que enfrentan los seres humanos, apunta la Alianza de Psicología Climática (CPA, por sus siglas en inglés).
La ecoansiedad puede manifestarse con episodios cotidianos de desesperación, angustia o aflicción emocional, pero algunas personas llegan a tomar la decisión de no tener hijos porque consideran que es poco ético por la baja calidad de vida que tendrían sus descendientes, indica un estudio de Marcus Arcanjo del Climate Institute.
¿Es negativa la ecoansiedad?
La ansiedad y el miedo son emociones que alertan a las personas sobre los peligros y pueden motivarlas a la acción, explica CPA, que considera a la ecoansiedad como una respuesta saludable.
“Prestar atención a lo que está sucediendo en nuestras comunidades y en todo el mundo es una respuesta más saludable que mirar a otro lado en negación o rechazo”, señala.
Sin embargo, sin apoyo suficiente, esta respuesta puede convertirse en pánico o provocar que los afectados se paralicen.
Otro problema psicológico asociado a la crisis climática es el suicidio: un estudio de 2018 dirigido por la Universidad de Stanford determinó que por cada grado centígrado que aumenta la temperatura por encima del promedio mensual, incrementa un 2.1 por ciento el porcentaje de suicidios en México.
"El cambio climático se está convirtiendo rápidamente en una carga para los sistemas de salud mundiales, no sólo por las lesiones físicas asociadas a los desastres ambientales, sino también por el costo psicológico de quienes están en la primera línea (de los desastres)".
Marcus Arcanjo
Investigador del Climate Institute
¿Qué hacer con la ecoansiedad?
En lugar de intentar deshacerse de la ecoansiedad, los terapeutas motivan a las personas a expresar y explorar sus emociones con estrategias de contención emocional, indica la CPA.
Se basan en el acompañamiento y en ofrecer alternativas para expresar sentimientos y rutas para solucionar problemas. Por ejemplo, una palabra de ánimo puede ayudar a contener a una persona que siente una emoción fuerte.
La contención emocional requiere una actitud empática, o sea, la habilidad de colocarse en el lugar de la otra persona, y la escucha activa o poner atención al mensaje de la otra persona.
The Climate Reality Project recomienda a las personas con ecoansiedad unirse a grupos de apoyo o formar uno con gente que esté en situaciones similar.
“La crisis climática no es algo que pueda resolver una sola persona, así que hagamos equipo, ayudémonos unos a otros y ayudemos a nuestro medio ambiente”, subraya la organización del ex Vicepresidente de Estados Unidos, Al Gore.
¿Cómo actuar?
Amigos de la Tierra, una organización ambientalista, sostiene que una vez que las personas son conscientes de las crisis climática y ambiental, pueden comenzar a hacer algo al respecto.
Por lo tanto, la ecoansiedad puede convertir a alguien en una persona “ecoempatética” que está conectada con gente vulnerable y el sufrimiento de los animales.
“De hecho, sentir esta ansiedad es un estado emocionalmente maduro que muestra que eres consciente de las crisis que estamos enfrentando”, destaca.
La agrupación recomienda unirse a grupos de activistas, pues una preocupación común puede brindar apoyo emocional, y trabajar por una solución ofrece una sensación de control en circunstancias inciertas.
Algunas actividades que sugiere The Climate Reality Project son participar en huelgas climáticas, limpiezas comunitarias o pedir que los tomadores de decisiones actúen para enfrentar la crisis del medio ambiente.
También aconseja estudiar para comprender mejor qué sucede con el planeta y qué significan los encabezados que los medios de comunicación suelen publicar acerca de la degradación ambiental.
En caso de que la ecoansiedad sea tan severa que impida a las personas continuar con su vida o si es tan dolorosa que se siente insoportable, las ONGs recomiendan buscar ayuda profesional.
Fuentes: Alianza para la Psicología Climática (CPA), Amigos de la Tierra, “Anxiety and the Ecological Crisis: An Analysis of Eco-Anxiety and Climate Anxiety” en “Sustainability”, “Eco-Anxiety: Mental Health Impacts of Environmental Disasters and Climate Change” del Climate Institute, “Guía de contención emocional” del Centro de promoción de la mujer “Gregoria Apaza”, “Higher temperatures increase suicide rates in the United States and Mexico” en “Nature Climate Change” y The Climate Reality Project.