Un juez de Nueva York puso en el centro de atención el imperio empresarial del ex Presidente Donald Trump esta semana, determinando en una sentencia que había inflado el valor de sus propiedades en sumas considerablemente altas para obtener condiciones favorables en préstamos y seguros.
Si la sentencia se mantiene, Trump podría perder el control sobre algunas de sus propiedades más conocidas en Nueva York, un resultado que la Fiscala General del estado, Letitia James, buscaba cuando presentó una demanda el año pasado que lo acusaba de fraude y pedía la cancelación de sus certificados comerciales para cualquier entidad en el estado que se beneficiara de prácticas engañosas.
La decisión del juez, Arthur F. Engoron de la Corte Suprema del Estado de Nueva York, se produjo antes de un juicio, en gran parte para decidir posibles sanciones, que podría comenzar tan pronto como el lunes. Es probable que los abogados de Trump apelen.