Huasteca Potosina
No hay festividad más grande que la llamada Xantolo, palabra derivada del latín Sanctórum (“todos los santos”). Se trata de una celebración donde hay velaciones en panteones, rituales de danza, música y platillos como el zacahuil, un tamal con pollo o cerdo que suele estar envuelto en hoja de papatla. Son muy populares, también, las ofrendas en forma de arcos que aparecen por doquier.
Yucatán
En esta entidad, a la celebración del Día de Muertos se le conoce como Hanal Pixán, que significa “alimento de las almas”, en maya. En Mérida, por ejemplo, las familias van a los mercados a comprar ingredientes para cocinar un platillo típico de la época: el mucbipollo. Se trata de un gran tamal hecho con masa de maíz y espelón (frijol tierno yucateco), relleno de pollo y envuelto en hojas de plátano. Es cocido en pib, horno de tierra.
Campeche
Los campechanos de la comunidad maya de Pomuch recuerdan a sus muertos de una forma única: cada año, limpian los huesos de sus familiares y los colocan en un osario. Esta tradición centenaria dicta que la limpieza debe hacerse a partir del tercer año de sepultura. Los huesos exhumados quedan a la vista de cualquier visitante del cementerio y se cubren con un mantel bordado especialmente para la ocasión y, con una brocha o plumas de pavo, agua y cal, le dicen adiós al polvo acumulado. La costumbre es una expresión de cariño hacia los que ya se fueron, la cual también incluye una “manita” de pintura al osario y la colocación de flores frescas.
Michoacán
En la zona lacustre se recuerda a los muertos con mucha luz: el lago brilla con una procesión de canoas adornadas con velas y flores, igual que las tumbas de cementerios en Janitzio o Tzintzuntzan, donde familias enteras visitan a sus seres queridos. La costumbre se mantiene auténtica y, aunque con los años se ha convertido en una actividad turística, en realidad se trata de participar en un momento íntimo en la vida de estas comunidades.
Información: Patricia Miranda
Fotos: Tomadas de sus sitios web oficiales y Canva
Edición y diseño: Sandra Acevedo
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