NO ESTÁN SOLOS
Cada semana, un grupo de 10 personas de la asociación civil Nuevo Corazón encabezadas por Arturo, acuden, ya sea al Penal 1 o 2 en Apodaca, o al Femenil, en Escobedo.
Lo hacen tras preparar un centenar de paquetes que contienen un lonche, bolsitas de champú, desodorante, rastrillo para rasurar y jabón. Al centro femenil llevan toallas sanitarias.
También suelen entregar refrescos, libros y algo de ropa interior. Pero la cantidad que preparan resulta insuficiente. Tan sólo en el centro de mujeres en la actividad se llegan a reunir una 180 chicas.
“Pero se trata de una actividad espiritual, principalmente”, aclara Arturo. “Muchas de las personas, en el desconocimiento espiritual o de Dios, llegan fácilmente a hacer un acto sin juicio”.
Lo que ha comprobado en estos años es que las personas necesitan no nada más escuchar un mensaje religioso, sino también ser escuchadas y sentirse importantes para alguien.
“Está el caso de una mujer que mató a varios taxistas”, comenta, “ella ya cambió su chip, porque parte nuestro trabajo es cambiar su mentalidad. Ahora esa chica es maestra de Biblia.
“Otra chica de Juárez, se dedicaba a desintegrar cuerpos, y ahora es la líder en un grupo de alabanza. No todas cambian, pero sí le apostamos a que entre 100, tal vez solo 40, ¡qué bueno! Eso ya es muchísimo. Gracias a que dicen: ‘alguien se acordó de mí’ o ‘alguien me apoyó’”.
Lo espiritual, señala el empresario, es sólo una de toda una gama de áreas que se trabajan al interior del centro de readaptación con las personas, como las clases de primaria, secundaria, inglés, deportes y artes.
Muchas de estas actividades están a cargo de los mismos penales y en otras con el apoyo de numerosas organizaciones civiles, como la que él preside.
SU PRIMERA MISIÓN
Arturo Rodríguez, quien fundó la asociación civil Nuevo Corazón en 2009, se dedicó en ese tiempo a trabajar con otro sector en vulnerabilidad: los migrantes que llegan a la Alameda Mariano Escobedo en busca de alguna fuente de empleo.
Un día una persona lo invitó a un evento evangélico en la Alameda, donde vio la gran necesidad de alimentación, ropa y, en general, condiciones dignas entre los hombres que ahí se congregan. Comenzó llevando comida para repartir entre ellos y después rentó un pequeño local a media cuadra.
Ahora, ese local ha sido acondicionado para brindar diariamente alimento a decenas de migrantes que hacen fila para ingresar al comedor al mediodía. También se ofrece capacitación en oficios y habilidades como computación y elaboración de pizzas.
En el mismo espacio, los hombres pueden tener servicios que les levantan el ánimo, como un corte de pelo, consulta médica y regaderas para asearse. Próximamente darán un servicio odontológico gracias a un apoyo que les brindará la Secretaría de Igualdad e Inclusión estatal, indica Arturo.
El objetivo es darles lo básico para que puedan presentarse a solicitar algún trabajo. Además de facilitarles ropa, ciertos días de la semana se da el servicio de trámite de acta de nacimiento a quienes vienen de otros entidades.
Su objetivo es fortalecerlos con un mensaje espiritual cristiano. Y es que el riesgo de estar solos en la Ciudad y sin dinero es que fácilmente podrían cometer algún delito.
“Después los vemos en el penal”, dice Arturo.
De ahí que con el tiempo comenzó a trabajar también con las personas privadas de su libertad en los centros de readaptación social.
“Queremos cambiar vidas a través de la enseñanza, la alimentación. La comida, los lonches, son una ayuda momentánea”, comenta Arturo, “pero la ayuda espiritual, ésa es la que dura”.
Para estas tareas, tanto en la Alameda como en los penales, Nuevo Corazón recibe apoyo de empresas y fundaciones como Frisa, HEB, Alfa, OXXO, Carnicería La Fortuna y El Ofertón, además de Club Sonoma y de la Asociación Regiomontana de Comerciantes de Automóviles.
PARA AYUDAR
Nuevo de Corazón de Jesús, A.C.
Tel. 811-1573-992
Correo: nuevocorazon02@hotmail.com
nuevocorazon.com
Clabe en Banregio: 058 58 031 023 7100 168