NEY en alta MAR

La ciudad de Santos vibra hoy por el primer aniversario luctuoso de Pelé, mientras alista el desembarco del crucero en el que Neymar y otras 3 mil 500 personas gozaron tres días de pura fiesta.

El actual 10 de la Verdeamarela se rehabilita tras romperse el ligamento cruzado anterior de la rodilla izquierda, pero eso no le impidió consumar su proyecto “Ney en alta Mar”, un viaje por el Atlántico con él como anfitrión.

La mayoría lo critica por su falta de profesionalismo, pero hay otros que destacan esa visión empresarial ya que se pagaron boletos de entre mil y 6 mil euros, estos últimos incluso con balcón. Mundo Deportivo calcula que el jugador del Al-Hilal ingresó 4 millones de dólares.

Claro, la cifra recaudada parece modesta si se considera que Neymar firmó con el club saudí por cerca de 300 millones de dólares por dos años, con opción a 100 millones más en caso de cumplir acuerdos comerciales.

QUE NO PARE LA FIESTA

El crucero MSC Preziosa partió el pasado martes de la ciudad de Santos y hoy desembarcará en el mismo sitio.

En su recorrido rumbo a Río de Janeiro, los amigos y familiares de Neymar, así como los turistas, han disfrutado de tres fiestas temáticas: ibicenca (con alimentos frescos y ligeros, más propia del verano), de disfraces y al estilo tropical.

Al paso de los días se han revelado algunas imágenes de la fiesta. Sobra decir que la mayoría han levantado ámpula.

MÁS ATRACCIONES DEL CRUCERO

La fiesta está garantizada, ya que el crucero cuenta con una escalera de cristal, casinos, boliche, un cine 4D, parques acuáticos con un tobogán de 120 metros de extensión, tienda, spa, gimnasio, ocho restaurantes, una variedad gastronómica y DJ permanente.

También se viralizó el video en el que el influencer Buzeira regaló a Neymar un collar valuado en 400 mil dólares.

APARECE EN MULETAS

Neymar se rompió el ligamento cruzado anterior de la rodilla izquierda y los meniscos, durante la Eliminatoria Mundialista.

La Selección de Brasil es sexta de la clasificatoria de la Conmebol rumbo al Mundial del 2026 y a nivel federativo ya ni siquiera hay presidente, mientras la FIFA advierte sobre una posible suspensión del futbol brasileño en competencias internacionales en caso de que se mantenga la injerencia gubernamental.

Mientras, Neymar se rehabilita en el crucero que llega hoy a Santos, ciudad que sufre por el descenso del equipo del mismo nombre a Segunda División por primera vez en 111 años de historia, así como por el primer aniversario luctuoso de Pelé.