La hipertensión arterial es una enfermedad crónica producida por diversos factores, entre ellos los genéticos o hereditarios.
El rango que determina esta patología es una lectura del baumanómetro superior a 140 sobre 90 (140/90): 140 milímetros de mercurio de presión sistólica y mayor de 90 milímetros de mercurio de presión diastólica.
Entre más alta es la presión arterial, mayor es el riesgo de padecer un daño al corazón o a los vasos sanguíneos de los principales órganos, entre ellos el cerebro y los riñones.
Ante esto, médicos aconsejan evitar el sedentarismo, no consumir alcohol y tabaco, restringir el consumo de alimentos con sal y continuar con las medidas sanitarias.
LO QUE SÍ: continuar el tratamiento farmacológico, evitar la automedicación y mantener la toma de la presión para saber que está controlada.
RECUERDA un paciente con hipertensión arterial controlada puede llevar una vida normal, siempre y cuando mantenga una dieta saludable y equilibrada, y haga ejercicio físico.
De acuerdo con la Encuesta Nacional de Salud y Nutrición 2018, en el País hay más de 15 millones de personas, de 20 años y más con hipertensión, y se estima que existe una proporción similar sin el diagnóstico y sin control médico.