Desde épocas remotas los mexicanos siempre han cantado sus corridos, algunos inventados y otros son historias reales que se puede decir que son retratos escritos de personajes, sucesos o leyendas.

Honor a quien lo merece
así lo dice el corrido.
muchos lo ven como el jefe
pues yo lo veo como amigo
Belisario López Téllez
en Monterrey conocido.

Funcionarios van y vienen
y el permanece en su puesto
pues no ha podido otro gallo
cantar en su gallinero
por ser de plumaje fino
siempre ha de ser el primero.

En las dos primeras estrofas de este corrido se describe a la perfección lo que fue en vida Belisario López Téllez, quizá el más grande jefe de custodios que tuvo el desaparecido Penal del Topo Chico.

El cantante Beto Quintanilla, antes de morir Belisario López Téllez, grabó el corrido “Jefe Belisario”.

El corrido fue compuesto por Julio César González, un reo que lo escribió cuando estaba prisionero en el Penal del Topo Chico.

Fue en el álbum “El Mero León del Corrido” en el 2006, cuando Beto Quintanilla, lo grabó y que tuvo otra edición en el año 2020.

¿Quién fue Belisario López Téllez?

Fue el jefe de custodios del Penal del Topo Chico por tres décadas y media y quien mantuvo muchos años controlado a este desaparecido centro penitenciario.

Don Belisario López Téllez era originario de Montemorelos, del Rancho Tanguma, y falleció en junio del 2015.

Muchas son las historias que se conocen de Don Belisario, pero en sus más de 36 años al frente del Topo Chico no hubo disturbios, como los que ocurrieron en los últimos años, cuando él ya no estaba.

Comandantes federales
también gente del Gobierno
admiran a Belisario
por su valor y su empeño
el jefe del Topo Chico
demuestra ser gallo fino.

Yo no quiero ni pensarlo
el día que este hombre se vaya
porque nomás pa igualarlo
hay que brincar una raya
para rebasar su récord
no podrán darle la talla.

Belisario López Téllez

Y tal y como dicen estas estrofas del corrido, así fue la vida de Don Belisario López Téllez, como gendarme del famoso Penal Topo Chico.

Los presos lo respetaban y se sometían a su disciplina, abogados, agentes del Ministerio Público, jueces penales y hasta activistas de Derechos Humanos reconocieron su labor.

En los últimos años, cuando surgieron las masacres en el Topo Chico que obligaron a las autoridades a cerrarlo y tumbarlo, la figura del Jefe Belisario siempre salía a relucir, porque se creía que si él estuviera vivo, seguramente esos hechos no hubiesen ocurrido.

Un sinónimo de disciplina y estabilidad, su mano dura mantuvo bajo control este complicado reclusorio.

“El Jefe es una mezcla de un hombre con poder al que respetan y temen”, así lo definía Ninfa Delia Domínguez, cuando era delegada de la Comisión Estatal de Derechos Humanos.

Era tal la figura de Belisario, que el único conflicto fuerte que hubo en su gestión, fue aquel motín de 1980 que terminó con la vida del capitán Alfonso Domene, director del Penal.

Ese día lunes, 24 de marzo de 1980, Belisario descansaba, por lo que aprovecharon, “El Cubano”, Rodrigo Alcalá López, Manuel Puga y Joel Coronado, para tomar al director, su chofer y dos secretarias como rehenes.

Archivo periodísticos relatan que ese día fueron a avisarle a su casa a Belisario de lo que ocurría en el Penal.

Dicen que el Jefe Belisario siempre se lamentó toda la vida no haber estado ahí ese día.

Según archivos periodísticos, los ex convictos consideraban a Jefe Belisario como su papá.

Información: Claudio Magallanes
Fotos: Archivo

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