JULIO CORTÁZAR
Un innovador de la literatura
SUS INICIOS
Nació en Bélgica y al término de la Primera Guerra Mundial se trasladó con su familia a Buenos Aires. Realizó estudios de Letras y de docencia y trabajó como maestro en varias ciudades argentinas, mientras publicaba crítica literaria, artículos y relatos.
- Seguidor del autor argentino Jorge Luis Borges, Cortázar se identificó desde muy pronto con la corriente del surrealismo.
- En los años cuarenta fijó su residencia en París, donde trabajó como traductor en la UNESCO.
- En 1963 publicó Rayuela, novela que conmocionó el panorama cultural y lo afianzó como uno de los autores más innovadores de su tiempo.
¿Por qué conmocionó Rayuela?
- Porque subvierte la estructura tradicional de la novela y puede leerse de manera lineal o de acuerdo con capítulos que saltan, como si de un juego de Rayuela se tratara.
- A esta obra se le suele llamar “antinovela”, aunque el mismo Cortázar prefería denominarla “contra novela”.
- Además, inventó el idioma Glíglico, que se despliega sobre todo en el capítulo 68 de Rayuela. Lee aquí una parte:
“Apenas él le amalaba el noema, a ella se le agolpaba el clémiso y caían en hidromurias, en salvajes ambonios, en sustalos exasperantes. Cada vez que él procuraba relamar las incopelusas, se enredaba en un grimado quejumbroso y tenía que envulsionarse de cara al nóvalo, sintiendo cómo poco a poco las arnillas se espejunaban, se iban apeltronando, reduplimiendo, hasta quedar tendido como el trimalciato de ergomanina al que se le han dejado caer unas fílulas de cariaconcia”.
PARA LEER MÁS
Historia de cronopios y de famas
Es una de las obras legendarias del escritor argentino, por su mirada poética capaz de enfrentar las miserias de la rutina y tomar partido por la imaginación creadora y el humor corrosivo de los surrealistas. El escritor y Premio Nobel de Literatura Mario Vargas Llosa consideró este libro de 1962 como el más “travieso” entre los títulos de Cortázar.
Bestiario
Publicado en 1951, es el primer libro de relatos que Julio Cortázar publicó con su auténtico nombre, pues antes firmaba como Julio Denis. Estos cuentos, que hablan de objetos y hechos cotidianos, pasan a la dimensión de la pesadilla o de la revelación de un modo natural e imperceptible para sorprender al lector.
Divertimento
Uno de los principales temas de inspiración de Divertimento, novela de 1986 –fechada en el carnaval de 1949–, es el entrecruzamiento de temas musicales, plásticos y literarios que conforman uno de los nudos centrales de la obra de Cortázar. Sus personajes viven en un mundo con una impresionante riqueza de referencias culturales donde, de vez en cuando, afloran los temas más queridos por el autor. Destinos que se enredan y desenredan, vidas que van y vienen formando un entramado donde las pasiones parecen vivirse en tono menor, donde sobran las grandes palabras. La vida, a fin de cuentas, es una especie de pasatiempo sólo a ratos divertido, que nunca hay que tomar demasiado en serio.
62/ Modelo para armar
En esta novela de 1968 el lector deja de serlo para convertirse en una parte activa que va destejiendo imagen tras imagen, frase tras frase, con el fin de descubrir el hilo conductor del relato, y dar forma y figura a los personajes. Así, la obra igual transcurre en Londres, París o Buenos Aires, y los personajes en una misma secuencia pasan del diálogo al monólogo. A cada lector le corresponde la tarea de unir pieza tras pieza hasta conjuntar este 62/ Modelo para armar.
La vuelta al día en ochenta mundos
Particular homenaje de Julio Cortázar a su tocayo Verne, cuyas novelas devoró de niño. Verne quería conseguir que lo fantástico pareciera científico; Cortázar estaba empeñado en lograr lo contrario: que el orden anodino y calmo de lo real desvelara los abismos de asombro que lo sostienen. Y a ese propósito destina aquí los medios más variados.
Salvo el crepúsculo
En 1984, cuando Cortázar falleció a los 69 años, se publicó Salvo el crepúsculo, su último libro, poemario en el que resuenan los temas recurrentes del escritor, como el jazz, la pintura, el amor, París o Buenos Aires.
Fuentes: Agencia Literaria Carmen Balcells / Gobierno de Argentina / Instituto Cervantes.
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