Taylor Swift acaparó la atención en el pasado Super Bowl, al cual llegó procedente de Tokio donde tenía un concierto, pues no quería perderse las jugadas de su prometido Travis Kelce, quien finalmente se proclamó campeón de la temporada 2023.
Los seguidores de la estrella pop, denominados “swifties” se volcaron a los estadios a los que ella acudía y de paso compraban jerseys de Kelce y otros artículos de los Chiefs. La presencia de la cantante era tan mediática que las cadenas de televisión que transmitían los juegos dispusieron cámaras específicas para ella en los palcos.
De acuerdo con la consultora Apex Marketing Group, la súper estrella se convirtió en un activo muy importante para la NFL al generarle un valor de marca de 331.5 millones de dólares para Kansas City y la misma NFL desde que es novia de Kelce.