Durante más tres horas en la Ciudad no pasó nada más que el reclamo feminista de las mujeres de Guadalajara.

Nadie más circuló por las calles y nadie más se preocupó por otra cosa que no fueran las feministas con sus aerosoles y sus martillos, y su digna rabia.

Muchos vidrios fueron afectados en el camino de la marcha anual que ocurre desde hace 10 años organizada por la red Yo Voy 8 de marzo. Muchos carteles, muchas denuncias, gargantas desgastadas hasta el exceso de gritar justicia.

El lema de este año fue “florecer desde las resistencias” y así del mar de gente que marchaba brotaron reclamos para la violencia en los salones de clase, los lugares de trabajo, la academia y la familia.

Pedían sobre todo justicia para las que no marcharon esta vez: las asesinadas y las desaparecidas representadas por sus familias y sus amigas.

Desde las 15:00 horas se empezó a llenar la plaza.

Los característicos colores morado y verde ya avisaban desde antes que nada más importante tendría lugar allí.

Relatos de violencia y reclamos por una vida libre para las mujeres y las disidencias comenzaron en megáfonos. También la comida gratis para no marchar con el estómago vacío, la venta de abanicos, pañuelos y pañuelos. El olor a aerosol que lo inundaba todo.

El sol empezó a pegar duro en el punto de reunión. A las cinco de la tarde todavía se formaban los contingentes.

El de personas con discapacidades, el de las madres y las carriolas, el separatista y el mixto con varios varones también con pancartas.

Al frente, como cada año, las familias, conformadas por hombres y mujeres que claman justicia por sus desaparecidas y desaparecidos.

Anocheció cuando algunos contingentes llegaron al punto de encuentro, en la Glorieta de lxs Desaparecidxs mientras otras apenas habían llegado al Parque Rojo por avenida Juárez.

“Somos malas, podemos ser peores” fue uno de los gritos de unión que llevaron entre banderas ondeadas y banderas que contaban historias de violencia intrafamiliar y de desaparición forzada.

Según cifras oficiales, 50 mil mujeres, hombres trans y personas no binarias, incluso hombres que acompañaron el reclamo de justicia en contra de todas las violencias.

¿Por qué marchas?

"Por el hecho de que muchas tenemos que estar calladas porque la familia es la familia y la familia no te toca, y sin embargo, si lo hacen. Estoy aquí para no callarme, fui abusada a los 3 años y es algo que ya no más voy a callar".
Diana
23 años
"El saber que cada mujer, lamentablemente, ha vivido algo de acoso, me repugna mucho ese aspecto, porque no solamente las cifras, son de personas que conocemos. Marchamos para alzar la voz y para que esto acabe. Ya callamos mucho tiempo, es momento de alzar la voz".
Sandra
24 años
"Porque soy trabajadora social y prácticamente he visto muchos casos de abuso de menores. A mí nunca me ha pasado, pero no quiero que le pase a nadie más".
Vanessa
22 años
"Porque cuando me pasó a mí no me creyeron".
Estefanía
17 años
"Una se vuelve feminista con su propia historia. La primera vez que alguien tocó mi cuerpo sin mi consentimiento tenía 13 años y fue un niño de mi misma edad. Recuerdo haber sentido vergüenza, me he sentido sucia y sobre todo culpa. Y me tomó mucho tiempo saber que no fue mi culpa y que no ha sido culpa ninguna de las veces que me han acosado".
María Fernanda
26 años
"Estoy aquí por apoyar el movimiento y por propias experiencias".
Paulina
22 años
"Porque estoy lejos de casa, soy foránea y siempre quiero regresar ahí. Me salí de casa para crecer profesionalmente y es el motivo por el cual quiero regresar. Aparte de que se abran las puertas como se deben abrir por mi formación y no tenga nada que ver con ser mujer".
Melissa Vargas
28 años
"El motivo por el que estoy aquí en esta marcha es para alzar la voz para que no haya más violadores".
Liliana Olivares
34 años
"Vengo a marchar porque tengo una niña y su papá es padre ausente. Entonces, por sus derechos que ella ha perdido, porque él no está presente".
Zaira Lozano
38 años
"Porque es mi primera marcha con mi hija y lo que queremos es que haya más hombres y menos machos".
Yolanda López
52 años
"Porque buscamos más derechos para las mujeres, más libertad y que ya no sea un privilegio el simple hecho de llegar a tu casa con vida".
Alondra Córdova
16 años
"Asisto hoy con mi hija a la marcha, la traigo por primera vez a su primera marcha a los 8 años. Venimos a luchar porque queremos vivir en un país más tranquilo, yo quiero que ella se quede en un país más seguro y que no tenga que repetir historias que yo ya viví".
Alma
27 años
"Marcho por las que no llegaron a su casa".
Alexis Zaragoza
30 años
"Marcho porque cuando a mí me tocó, me quedé callada, y para que nadie más tenga que estar callada".
Frida
24 años
"Porque tengo una sobrina de 10 años que quiero que crezca sin miedo".
Mar Gradilla
25 años
"Por ser parte de este movimiento. Creo que todas deberíamos de estar aquí porque aunque no te haya pasado tienes que ser parte porque simplemente eres mujer y nos tenemos que apoyar".
Leslie López
25 años
"Porque intentaron subirme a un carro una vez y la vez cuando me pasó fue muy fuerte para mí, lo único que pensé fue en mi mamá y en mi papá y pues ahora estar aquí, sentirme libre de poder expresar lo que siento es algo muy inspirador y siento que el no estar de acuerdo con esta causa es como si no estuvieras en este mundo".
Mónica Rojas
26 años
"Vengo a luchar por las que ya no pueden luchar, por las que no tienen voz y por poder salir a la calle sin miedo a no regresar, a que no regrese mi mamá, mi hermana o si tengo hijas en un futuro, mis futuras hijas".
Paola
23 años
"Porque quiero hacer justicia por mis abusadores de la infancia".
Valeria
21 años
"Marcho porque tenía 14 años cuando me tocó a mí y me quedé callada".
Sofía
21 años
"Marcho para que mi hija pueda vivir tranquila".
Jessica
34 años