Desde épocas remotas los mexicanos siempre han cantado sus corridos, algunos inventados y otros son historias reales que se puede decir que son retratos escritos de personajes, sucesos o leyendas.
Desde 1997, Los Tucanes de Tijuana interpretan el corrido “El Centenario”, y es una de las canciones más emblemáticas de esta agrupación, pero por varios años se desconocía a quién se refería la letra o de quién hablaba.
La canción describe a un capo que, para dejar tras su pasado de pobreza, se metió a la mafia y fue ascendiendo discretamente.
El misterio de la identidad de quien se habla en la canción, se develaría, años después presuntamente, durante los juicios en Estados Unidos contra “El Chapo” Guzmán y Genaro García Luna, ex secretario de Seguridad de México.
En ambos juicios testificó el capo Tirso Martínez Sánchez, también apodado “El Futbolista”, “El Doctor” o “El Mecánico”. Pero la misma DEA también lo apodaba “El Centenario”, y se cree que es el mismo del corrido.

Y, al igual que el corrido que no lo identifica plenamente, así fue la carrera de Martínez Sánchez, quien operaba con un bajo perfil y sirvió a varios cárteles en el trasiego de cocaína y en el lavado de dinero
De acuerdo con archivos periodísticos, Tirso era buscado por el Gobierno de EU, acusado de introducir 76 de toneladas de droga, en tráileres y trenes, desde finales de los 90 y hasta el 2003.
Mantuvo durante años un bajo perfil y aunque llevaba los cargamentos a Los Ángeles, Nueva York y Chicago, él vivía en los últimos años, modestamente en la ciudad de León.
Con más de una década de operar, “El Centenario” fue compadre del “Señor de los Cielos”, Amado Carrillo. Trabajó para el Cártel de Juárez, Sinaloa y Los Beltrán Leyva.
Pero su nombre y sus actividades ilícitas salieron a relucir en el 2006, luego de auditorías hechas por la Federación Mexicana de Futbol (FMF) que detectaron que los clubes Querétaro, Irapuato y La Piedad, habían sido adquiridas por el narcotraficante.
La FMF pagó 14 millones de dólares para comprarle a Tirso Martínez Sánchez las franquicias y sacarlo del negocio del futbol.

Cae por su CURP
“El Centenario” fue detenido en León en 2014 por portar en su cartera su CURP que lo identificaba como Tirso Martínez Sánchez, ya boletinado por la DEA en ese entonces.
Fue en febrero de ese año, cuando se trasladaba en un vehículo Atos con placas de Guanajuato y se hacía llamar Luis Ángel Aguilar, según información de la Policía Federal.
A “El Centenario” la Federal lo buscaba para extraditarlo, ya que lo requería la Corte Federal del Distrito Este de Nueva York.
Lo rastrearon en sus servicios financieros, redes de vínculos, llamadas telefónicas e infiltraron agentes encubiertos.
Hasta que lo ubicaron el 2 de febrero del 2014 y lo interceptaron en la entrada de la Colonia La Martinica, en León.
En las notas periodísticas se detalló que ese día mostró una credencial con el nombre de Luis Ángel Aguilar.
Pero los policías observaron que en su billetera también portaba una copia fotostática de su CURP con el nombre de Tirso Martínez Sánchez; así fue capturado y llevado al Penal Federal del Altiplano para ser extraditado a EU.
En 2016, fue sentenciado a prisión por estos hechos. Y en 2018, su nombre y la importancia que tuvo en el narcotráfico salieron a relucir, cuando testificó primero en el juicio contra “El Chapo” y luego contra García Luna.
Ahí detalló los nexos que había extendido en el futbol en la compra de sus equipos.
Aceptó que usó dinero que el narco le pagaba por llevar la droga a EU, en carreras de caballos, peleas de gallos, comprar propiedades y lavar el dinero comprando los clubes de futbol.
También detalló la forma en como trasladaba la droga desde sur del país a EU, en trenes, y que García Luna lo protegía, por eso nunca le decomisaron sus cargamentos en México.
Información: Claudio Magallanes
Fotos: Archivo
Síguenos en X @muralcom